Hola amigos!! esta vez se trata de un animal para cada signo..espero les guste
martes, 22 de mayo de 2012
un animal para cada signo
Aries: Perros grandes, que llamen la atención.
Caballos, porque al atrevido aries la equitación se le daría de
maravilla. Si hablamos de un aries agrícola o campero, le encantarán las
cabras y las ovejas. Sabrá cuidarlas muy bien.
Tauro: Para este signo bucólico y pastoral son ideales: caballos, cerdos, vacas y ovejas. Sobre todo, que sean animales tranquilos y no muy sucios. En el caso de los cerdos, que estén bien adiestrados y sepan dónde y cómo hacer “sus cositas”.
Géminis: Para el mejor conversador del zodiaco, ¿adivinas?. Sí, los siguientes animales son los más apropiados: loros, papagayos, periquitos y monos. Le encantará que llenen la casa de ruidos y que sorprendan a los visitantes con alguna gracia especial que géminis les haya enseñado.
Cáncer: La recomendación número uno: gatos. Cáncer puede establecer incluso comunicación telepática con su gato. Este signo tiene un poderío intuitivo tremendo y se suele sentir atraído estos animales. También es compatible que adopte cangrejos.
Leo: A leo le van bien los animales que llamen la atención. Si adopta un perro, que sea un san bernardo. También, las aves con un plumaje impresionante y, por supuesto, felinos. Si leo pudiera, tendría en su casa un león o una pantera.
Virgo: Animales que no sean revoltosos ni formen escándalos. Absténganse perros nerviosos y loros. Se recomiendan gatos, tortugas y peces. No hay signo que pueda cuidar una pecera mejor que virgo. La dotará de un equilibrio perfecto.
Libra: Los animales que más le van son los perros pequeños, juguetones, muy cuidaditos, decorados y embellecidos, y los gatos de raza, que sean muy elegantes, como libra mismamente. También puede llevarse bien con las iguanas.
Escorpio: El misterioso y exótico escorpio tendrá sus mascotas ideales entre arañas, escorpiones, serpientes, gatos y ratones (éstos últimos quizás para alimentar a todo lo anterior). En definitiva, le van los animales que tengan cierta “aura mágica”.
Sagitario: A sagitario le gusta la aventura y corretear por ahí. Para él son ideales: caballos, perros grandes y venados. Sí, vivir con un venado es difícil… Lo que quiere sagitario es que el animal se sienta tan libre como él.
Capricornio: Quedará embelesado con el movimiento sinuoso de los reptiles. Sus mascotas más compatibles son: iguanas, tortugas, serpientes y gatos. Al metódico capricornio le gusta contemplarlos y le sirven de inspiración para sus días de agotador trabajo.
Acuario: Le encanta que los animales que estén con él anden sueltos por ahí. Serían perfectos: halcones, patos y gansos, que campen a sus anchas por el estanque de su casa. También le fascinan otros animales exóticos. Lo que nunca hará con ellos será encerrarlos en una jaula.
Piscis: Un acuario donde cuidar de criaturas marinas o fluviales, que son las más compatibles con este signo. Eso es lo que más le atrae. Qué bien lo pasará haciendo castillitos, poniendo adornos y creando el clima apropiado para que sus mascotas acuáticas se reproduzcan…
Tauro: Para este signo bucólico y pastoral son ideales: caballos, cerdos, vacas y ovejas. Sobre todo, que sean animales tranquilos y no muy sucios. En el caso de los cerdos, que estén bien adiestrados y sepan dónde y cómo hacer “sus cositas”.
Géminis: Para el mejor conversador del zodiaco, ¿adivinas?. Sí, los siguientes animales son los más apropiados: loros, papagayos, periquitos y monos. Le encantará que llenen la casa de ruidos y que sorprendan a los visitantes con alguna gracia especial que géminis les haya enseñado.
Cáncer: La recomendación número uno: gatos. Cáncer puede establecer incluso comunicación telepática con su gato. Este signo tiene un poderío intuitivo tremendo y se suele sentir atraído estos animales. También es compatible que adopte cangrejos.
Leo: A leo le van bien los animales que llamen la atención. Si adopta un perro, que sea un san bernardo. También, las aves con un plumaje impresionante y, por supuesto, felinos. Si leo pudiera, tendría en su casa un león o una pantera.
Virgo: Animales que no sean revoltosos ni formen escándalos. Absténganse perros nerviosos y loros. Se recomiendan gatos, tortugas y peces. No hay signo que pueda cuidar una pecera mejor que virgo. La dotará de un equilibrio perfecto.
Libra: Los animales que más le van son los perros pequeños, juguetones, muy cuidaditos, decorados y embellecidos, y los gatos de raza, que sean muy elegantes, como libra mismamente. También puede llevarse bien con las iguanas.
Escorpio: El misterioso y exótico escorpio tendrá sus mascotas ideales entre arañas, escorpiones, serpientes, gatos y ratones (éstos últimos quizás para alimentar a todo lo anterior). En definitiva, le van los animales que tengan cierta “aura mágica”.
Sagitario: A sagitario le gusta la aventura y corretear por ahí. Para él son ideales: caballos, perros grandes y venados. Sí, vivir con un venado es difícil… Lo que quiere sagitario es que el animal se sienta tan libre como él.
Capricornio: Quedará embelesado con el movimiento sinuoso de los reptiles. Sus mascotas más compatibles son: iguanas, tortugas, serpientes y gatos. Al metódico capricornio le gusta contemplarlos y le sirven de inspiración para sus días de agotador trabajo.
Acuario: Le encanta que los animales que estén con él anden sueltos por ahí. Serían perfectos: halcones, patos y gansos, que campen a sus anchas por el estanque de su casa. También le fascinan otros animales exóticos. Lo que nunca hará con ellos será encerrarlos en una jaula.
Piscis: Un acuario donde cuidar de criaturas marinas o fluviales, que son las más compatibles con este signo. Eso es lo que más le atrae. Qué bien lo pasará haciendo castillitos, poniendo adornos y creando el clima apropiado para que sus mascotas acuáticas se reproduzcan…
un perro para cada signo
Aries: Por su personalidad única, por enfrentarse a quien haga falta, por ser alegre y muy activo sugerimos el bull terrier.

Tauro: Por amar la buena vida, la tranquilidad y los placeres terrenales (incluida la comida) sugerimos el bulldog inglés.

Géminis: Por ser juguetón, sociable y muy divertido, claramente, el shih tzu.

Cáncer: Por ser cariñoso, sensible, juguetón, hogareño y amante de la seguridad, el carlino.

Leo: Por llamar la atención, sobre todo por esa mata de pelo y por su belleza; por ser sociable y fiel, el pastor suizo.

Virgo: Por ser limpio, listo, nerviosillo, a la par que poco conflictivo, el beagle.

Libra: Por ser fino, sociable, elegante y exclusivo, el bichón maltés.

Escorpio: Por su presencia imponente y su habilidad para esclarecer misterios, un perro ideal para detectives y policías, el dogo de Burdeos.

Sagitario: Por su buen carácter, por ser divertido e independiente, el scottish terrier.

Capricornio: Por gustarle el orden, la costumbre, lo conocido y por ser tan seguro de sí mismo, el setter irlandés.

Acuario: Por ser único, de aspecto rebelde y transgresor, y a la vez sociable, vivaz y adaptable, el crestado chino.

Piscis: Por ser tranquilo, vagote, sensible; por preferir estar con su amo en lugar de alternar con unos y otros, y por estar en su mundo (el de la imagen va tan a lo suyo que ni se entera que una pelota va disparada hacia él), el mastín napolitano.
Tauro: Por amar la buena vida, la tranquilidad y los placeres terrenales (incluida la comida) sugerimos el bulldog inglés.
Géminis: Por ser juguetón, sociable y muy divertido, claramente, el shih tzu.
Cáncer: Por ser cariñoso, sensible, juguetón, hogareño y amante de la seguridad, el carlino.
Leo: Por llamar la atención, sobre todo por esa mata de pelo y por su belleza; por ser sociable y fiel, el pastor suizo.
Virgo: Por ser limpio, listo, nerviosillo, a la par que poco conflictivo, el beagle.
Libra: Por ser fino, sociable, elegante y exclusivo, el bichón maltés.
Escorpio: Por su presencia imponente y su habilidad para esclarecer misterios, un perro ideal para detectives y policías, el dogo de Burdeos.
Sagitario: Por su buen carácter, por ser divertido e independiente, el scottish terrier.
Capricornio: Por gustarle el orden, la costumbre, lo conocido y por ser tan seguro de sí mismo, el setter irlandés.
Acuario: Por ser único, de aspecto rebelde y transgresor, y a la vez sociable, vivaz y adaptable, el crestado chino.
Piscis: Por ser tranquilo, vagote, sensible; por preferir estar con su amo en lugar de alternar con unos y otros, y por estar en su mundo (el de la imagen va tan a lo suyo que ni se entera que una pelota va disparada hacia él), el mastín napolitano.
letra de escapate con migo
Escápate conmigo donde nadie nos vea
no importa que tu novio sea un gonorrea
por ti... tu sabes que yo cargo la pistola
dile que siga su camino y que no te joda
Escápate conmigo donde nadie nos vea
no importa que tu novio a ti te ponga pelea
por ti..tu sabes mami que voy a to´as
dile que siga su camino y que no te joda
Hoy , yo te vo´a llevar conmigo
aunque yo me busque un lio
se lo dices tu o se lo digo yo
y ahora el dueño de tu corazon soy yo
el mismo
Te dejo t´o los dias
tu seras de otro pero tambien eres mia
al principio yo crei que ese novio era bobardia
porque .. no la queria pero ahora quiero verla t´o los dias
cada vez que te veo con el bobo ese
me encabrona tanto...que no soporto que te bese
hoy te quiero p´a mi sola vo´a a bajar con la pistola
un treintaiocho en la cintura que me llegue hasta las bolas
mandale un mensaje de texto de parte ´e carlos crespo
que te gusta capotear mientras me fumo un crespo
que me gusta natural,la sici,las tetas hechas
que me tiene bien bellako pero yo te tengo arrecha
olvida las penas bebiendo alcohol
curando la herida,calmando el dolor
secando el llanto viajam´o al amor
haciendo eso conmigo te siente mejor
escapate conmigo donde nadie nos vea
no importa que tu novio a ti te ponga pelea
por ti... tu sabes mami que voy a to´as
dile que siga su camino y no te joda
hoy...yo te vo´a llevar conmigo
aunque yo me busque un lio
se lo dices tu o se lo digo yo
y ahora el dueño de tu corazon soy yo
mami esta noche seguro que yo te rapto
en el VIP de la disco quiere contacto
whisky en la mesa crystal p´a la princesa
vam´o a perrear mientras disfruto tu belleza
vicio, eres mi vicio, sacame de quicio con esa mujer yo me awisio
vicio, eres mi vicio, sacame de quicio con esa mujer yo me awisio
olvida las penas bebiendo alcohol
curando la herida,calmando el dolor
secando el llanto viajam´o al amor
haciendo eso conmigo te siente mejor
escapate conmigo donde nadie nos vea
no importa que tu novio sea un gonorrea
por ti... tu sabes que yo cargo la pistola
dile que siga su camino y que no te joda
hoy nos vamo entrar al tiro
por que tu te vas conmigo
se lo dices tu o se lo digo yo
y ahora el que te lo mete a ti soy yo
y ahora el que te lo mete a ti soy yo
este es el ñejo con el wolfine
cris jedi
que que
desde ponce puerto rico
hasta ...
medellin en la casa
se les quiere gratis
la genealogioa de poseidon ( e hijos de poseidon )
Genealogía
Abuelos, padres, tíos y hermanos
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Urano |
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Gea |
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Rea |
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Crono |
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Otros Titanes | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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Poseidón |
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Hades |
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Hestia |
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Deméter |
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Consortes y descendencia
Su esposa era Anfítrite, una ninfa y antigua diosa del mar, hija de Nereo y Doris. Poseidón fue padre de muchos héroes, entre ellos el afamado Teseo.
Una mujer mortal llamada Tiro estaba casada con Creteo (con quien tenía un hijo, Aesón) pero amaba a Enipeo, un dios-río. Tiro perseguía a Enipeo, que rehuía sus avances. Un día Poseidón, lleno de deseo hacia Tiro, se disfrazó como Enipeo y de su unión con ella nacieron los héroes Pelias y Neleo. Poseidón también tuvo una aventura con Álope, su nieta por Cerción, de la que nació el héroe ático Hipotoonte. Cerción enterró viva a su hija pero Poseidón la convirtió en una fuente cerca de Eleusis.
Poseidón rescató a Amimone de un sátiro lujurioso y entonces tuvo un hijo con ella, Nauplio. Tras violar a Cene, Poseidón le concedió el deseo de convertirse en hombre.
No todos los hijos de Poseidón fueron humanos. En un mito arcaico, Poseidón persiguió una vez a Deméter. Ésta rechazó sus avances, transformándose en una yegua para poder esconderse en un rebaño de caballos, pero Poseidón advirtió el engaño, se convirtió en un semental y la raptó. El hijo de ambos fue un caballo, Arión, que tenía el don de la palabra. Poseidón también violó a Medusa en el suelo de un templo consagrado a Atenea. Medusa fue entonces transformada en un monstruo por ésta. Cuando más tarde fue decapitada por Perseo, Crisaor y Pegaso emergieron de su cuello. Otros descendientes de Poseidón fueron Tritón, el cíclope Polifemo y los Alóadas.[22]
- Amantes masculinos
- Pélope. Poseidón se enamoró de Pélope, un hermoso joven, hijo de Tántalo. Llevó a Pélope al Olimpo y lo hizo su amante, antes incluso de que Zeus hiciese lo mismo con Ganimedes. Para agradecer a Pélope su amor, Poseidón le regaló más tarde un carro alado, que usó en la carrera contra Enómano por la mano de Hipodamía.
mitology griega
Titán (mitología)
En la mitología griega, los Titanes —masculino— y Titánides —femenino— (en griego antiguo Τιτάν, plural Τιτᾶνες) eran una raza de poderosos dioses que gobernaron durante la legendaria edad dorada.
Los Titanes fueron doce desde su primera aparición literaria, en la Teogonía de Hesíodo; en su Biblioteca mitológica Apolodoro añade un decimotercero, Dione, una doble de Tea. Estaban relacionados con diversos conceptos primordiales, algunos de los cuales simplemente se extrapolaban de sus nombres: el océano y la fructífera tierra, el sol y la luna, la memoria y la ley natural. Los doce Titanes de la primera generación fueron liderados por el más joven, Crono, quien derrocó a su padre, Urano (‘Cielo’), a instancias de su madre, Gea (‘Tierra’).
Posteriormente los Titanes engendraron una segunda generación, notablemente los hijos de Hiperión (Helios, Eos y Selene), las hijas de Ceo (Leto y Asteria) y los hijos de Jápeto (Prometeo, Epimeteo, Atlas y Menecio).
Los Titanes precedieron a los doce olímpicos, quienes, guiados por Zeus, terminaron derrocándolos en la Titanomaquia (‘Guerra de los Titanes’). La mayoría de ellos fueron entonces encarcelados en el Tártaro, la región más profunda del inframundo.
En Hesíodo
En la Teogonía de Hesíodo los doce Titanes siguen a los Hecatónquiros y los Cíclopes como grupo de hijos menores de Urano y Gea: Más tarde yació con Urano y trajo a Océano el de profundos remolinos, a Ceo y
Crío e Hiperión y Jápeto, a Tea y Rea, a Temis y Mnemósine y a Febe la de dorada
corona y a la encantadora Tetis. Tras ellos nació el astuto Crono, el
benjamín y más terrible de sus hijos, y éste odió a su vigoroso padre.
Urano mantuvo a todos los hijos de Gea atrapados en su vientre, y ésta gemía del esfuerzo. Finalmente Crono, el menor de ellos, se ofreció a atacar a su padre, le castró, y liberó así a los hijos de Gea, proclamándose rey de los titanes, con Rea como su esposa y reina.
Rea engendró con Crono una nueva generación de dioses, pero éste, temeroso de que algún día le derrocasen, los tragó enteros uno a uno. Sin embargo, ésta logró esconder a su sexto y último hijo, Zeus, dándole a tragar en su lugar a Crono un potro y una roca envuelta en pañales, respectivamente, que éste tragó confiado, y escondió a Zeus en Creta, protegido por los Curetes.
Cuando Zeus se hizo adulto, sometió a Crono por la astucia más que por la fuerza, usando un emético preparado con la ayuda de Gea, su abuela, que le obligó a vomitar a sus hermanos. Comenzó entonces una guerra entre los dioses más jóvenes y los mayores, en la que Zeus fue ayudado por los Hecatónquiros, los Gigantes y los Cíclopes, quienes una vez más habían sido liberados del Tártaro. Zeus venció tras una larga lucha y encerró a los Titanes que se le habían enfrentado en el Tártaro.
A pesar de ello los titanes mayores dejaron su huella en el mundo: Océano siguió circundando el mundo, y el nombre de la ‘brillante’ Febe fue añadido como epíteto a Apolo, «Apolo Febo». Algunos de ellos no habían luchado contra los olímpicos y se convirtieron en piezas clave del nuevo gobierno: Mnemósine como Musa, Rea, Hiperión, Temis (o ‘ley de la naturaleza’) y Metis.
Estos mitos griegos de la Titanomaquia caen dentro de una clase de mitos similares presentes en Europa y Oriente Próximo, donde una generación o grupo de dioses se enfrenta a los dominantes. A veces éstos son suplantados. Otras los rebeldes pierden y son totalmente apartados del poder o bien incorporados al panteón. Otros ejemplos serían las guerras de los Ases con los Vanir y los Jotunos en la mitología escandinava, el épico Enuma Elish babilónico, la narración hitita del «Reino del Cielo» y el oscuro conflicto generacional de los fragmentos ugaritas.
Otro mito acerca de los Titanes no mencionado por Hesíodo gira en torno a Dioniso. En un momento determinado de su reinado, Zeus decidió ceder el trono en favor del infante Dioniso, que como Zeus a su edad era protegido por los Curetes. Los Titanes decidieron matar al niño y reclamar el trono para ellos: se pintaron las caras de blanco con yeso, distrajeron a Dioniso con juguetes, y entonces lo despedazaron, y cocieron y asaron sus miembros, dándose un festín con ellos, mientras que de la sangre de la víctima nacía un granado. Zeus, enfurecido, castigó a los Titanes fulminándolos con sus rayos. Atenea guardaba el corazón del niño en un muñeco de yeso, a partir del cual Zeus hizo a un nuevo Dioniso. Esta historia es narrada por los poetas Calímaco y Nono, que llaman a este Dioniso «Zagreo», y también en cierto número de textos órficos, en los que no se usa tal nombre.
Una variación de esta historia, recogida por el filósofo neoplatónico Olimpiodoro, ya en la era cristiana, dice que la humanidad surgió del humo grasiento que despedían los cadáveres de los Titanes al arder, muertos por el rayo de Zeus. Otros escritores anteriores insinúan por el contrario que la humanidad nació de la sangre derramada por los Titanes en su guerra contra los Olímpicos.
Píndaro, Platón y Opiano se referían sin pensárselo dos veces a la «naturaleza titánica» del hombre. Que esto se refiera a algún tipo de «pecado original» enraizado en el asesinato de Dioniso sigue siendo objeto de acalorado debate por parte de los mitógrafos.
Primera generación
La primera generación de Titanes, hijos de Urano y Gea, está formada por:
* Titanes:
o Océano, el río que circundaba el mundo.
o Ceo, titán de la inteligencia.
o Crío, dios de los rebaños y las manadas, esposo de Euribia (hija de Ponto) y padre de Palas.
o Hiperión, el fuego astral.
o Jápeto, esposo de la oceánide Clímene y padre de Prometeo, ancestro de la raza humana.
o Crono, el más joven, que destronó a Urano y fue rey de los dioses.
* Titánides:
o Febe, la de la corona de oro.
o Mnemósine, personificación de la memoria y madre de las Musas con Zeus.
o Rea, reina de los dioses con Crono.
o Temis, encarnación del orden divino, las leyes y las costumbres, y madre de las Horas y las Moiras con Zeus.
o Tetis, diosa del mar.
o Tea, diosa de la vista.
Algunos autores consideran también parte de esta generación a Dione, si bien otros la consideran una oceánide.
El matrimonio entre hermanos era corriente en la mitología griega, y varios Titanes y Titánides se unieron, engendrando una segunda generación de Titanes:
* Océano y Tetis engendraron las ninfas Oceánides, los ríos (Oceánidas) y manantiales.
* Hiperión y Tea a Helios (el sol), Selene (la luna) y Eos (la aurora).
* Ceo y Febe a dos hijas, Lete y Asteria.
* Crono y Rea formaron la pareja más importante, pues fueron los reyes de los dioses, y tuvieron seis hijos:
o Hestia, diosa del hogar.
o Hera, diosa de la fidelidad y el matrimonio, reina del Olimpo.
o Hades, dios del inframundo.
o Deméter, diosa de la agricultura.
o Poseidón, dios de los océanos.
o Zeus, dios supremo, rey de todos los dioses del Olimpo.
Segunda generación
Por extensión, se conoce también con el nombre de Titanes a algunos de los descendientes de los de primera generación:
* Asteria, hija de Ceo y Febe.
* Astrea, diosa de la justicia, predecesora de Dice.
* Astreo, padre de los vientos y las estrellas errantes.
* Atlas, castigado a sostener sobre sus hombros con los pilares que mantenían la tierra separada de los cielos.
* Eos, la aurora.
* Eósforo, la estrella de la mañana y de la tarde (Venus).
* Epimeteo, hermano de Prometeo, progenitores de la humanidad.
* Helios, el sol.
* Leto, madre de Apolo y Artemisa.
* Menecio, hijo de Jápeto y Asia.
* Palas, dios de la sabiduría.
* Perses, hijo de Crío y Euribia.
* Prometeo, el amigo de los mortales que robó el fuego de los dioses.
* Selene, diosa de la luna.
* Titán, hermano de Helios y dios (quizá) del calendario anual.
Otros miembros de la segunda generación no suelen ser llamados Titanes:
* Caanto, hermano de Melia.
* Dione y Metis, que se suelen considerar oceánides.
* Los Oceánidas o dioses-río.
* Las Oceánides, ninfas marinas.
* Pico, rey del Lacio.
* Quirón, el centauro.
Hay algunos Titanes de los que no se sabe a qué generación pertenecen:
* Ánito, uno de los que criaron a la Señora, hija de Deméter.
* Lelanto, padre con la oceánide Peribea de Aura, una cazadora frigia.
* Titanis, considerada por algunos madre de Temis.
En la mitología griega, los dioses olímpicos son los principales dioses del panteón griego, que moraban en la cima del monte Olimpo, el más alto de Grecia. Hubo, en diferentes épocas, catorce dioses diferentes reconocidos como olímpicos.
Los ayudantes de los dioses olímpicos, detalle de un bajorrelieve, sarcófago griego, c. 240 a. C. (Museo del Louvre).
Zeus, Hera, Poseidón, Ares, Hermes, Hefesto, Afrodita, Atenea, Apolo, Artemisa, Hestia, Deméter, Dioniso y Hades,aunque este último no vive en el monte Olimpo, estos 14 dioses son considerados como los dioses olímpicos. Perséfone pasaba tres meses al año en el inframundo (provocando así el invierno) y se le permitía volver al Olimpo los otros seis meses para poder estar con su madre, Deméter. Aunque Hades, su morada en el mundo subterráneo de los muertos hacía su relación con los olímpicos más delicada.
Los olímpicos ganaron su supremacía en el mundo de los dioses gracias a que Zeus llevó a sus hermanos a la victoria en la guerra contra los Titanes. Zeus, Poseidón, Deméter, Hestia, Hades y Hera eran hermanos, y esta última era también la esposa de Zeus. Todos los demás olímpicos son normalmente considerados hijos de Zeus: Ares y Hefesto con Hera, Artemisa y Apolo con Leto, Afrodita con Dione, Hermes con Maia, Dioniso con la mortal Sémele y Atenea con Metis, aunque a veces se considera que esta última nació sólo de Zeus y, como venganza, Hera engendró sola a Hefesto. Cuando Afrodita no es incluida entre los olímpicos, se considera que nació de la espuma provocada en el mar (el dios Ponto) por la sangre que derramó Crono al castrar a Urano, su padre.
Árbol genealógico de los dioses olímpicos. En los casos de Afrodita, Ares, Dioniso, Atenea, Hefesto y Urano existen otras versiones acerca de su genealogía; para este gráfico se ha tomado como modelo la versión de la Teogonía de Hesíodo. En azul, los que siempre se consideran olímpicos, en amarillo los variables, y en negro, los demás personajes. La línea continua indica relación ‘padre-hijo’ y la discontinua ‘pareja’.
* Zeus es el dios del cielo y el rayo, es el de mayor rango y el más poderoso, regidor del monte Olimpo.
* Hera es la consorte de Zeus, reina de los dioses, la diosa del matrimonio y la fidelidad y del rayo.
* Poseidón controla los mares y océanos, provoca los terremotos.
* Hades es el dios del inframundo y de los muertos sobre los que el reina.
* Deméter es la diosa de la tierra, las flores y las plantas, la comida, y la agricultura.
* Hestia es la diosa del fuego del hogar, en las celebraciones se le rendía culto antes que Zeus para bendecir los hogares de los presentes.
* Atenea es la diosa de la sabiduría, la educación y la guerra; es la protectora de los héroes y patrona de los artesanos.
* Afrodita es la diosa de amor, la belleza femenina, la pasión y la sexualidad
* Ares es el dios de la guerra, la crueldad y del asesinato.
* Artemisa es la diosa de la luna, caza, la fertilidad, los animales, la castidad y las amazonas
* Hefesto es el dios del fuego, la fragua, el trabajo manual, los artesanos y las armas.
* Apolo es el dios del sol, la danza, las artes, la música, la arquería, la prudencia, las profecías, la medicina y la belleza masculina.
* Hermes es el dios mensajero; también de la orientación, los viajeros, los pastores, los ladrones, el consuelo, las reuniones y el guía de las almas al Inframundo.
* Dioniso es el dios más joven del panteón, y el dios del vino, la naturaleza en estado salvaje y la sexualidad abierta.
Hechos dignos de mención:
* Artemisa es a menudo asociada con la luna, aunque Selene es la diosa de la luna.
* Apolo es a menudo asociado con el sol, aunque Helios es el dios del sol.
En la mitología griega Zeus (en griego antiguo Ζεύς Zeús) es el «padre de los dioses y los hombres»,que gobernaba a los dioses del monte Olimpo como un padre a una familia, de forma que incluso los que no eran sus hijos naturales se dirigían a él como tal.Era el Rey de los Dioses que supervisaba el universo. Era el dios del cielo y el trueno. Sus atributos incluyen el rayo, el águila, el toro y el roble. Además de su herencia indoeuropea, el clásico Zeus «recolector de nubes» también obtuvo ciertos rasgos iconográficos de culturas del antiguo Oriente Próximo, como el cetro. Zeus fue frecuentemente representado por los artistas griegos en dos poses: de pie, avanzando con un rayo levantado en su mano derecha, y sentado majestuosamente.
Hijo de Crono y Rea, era el más joven de sus descendientes. En la mayoría de las tradiciones aparece casado con Hera, aunque en el oráculo de Dódona su esposa era Dione, con quien según la Ilíada fue padre de Afrodita.Es conocido por sus numerosas aventuras y amantes, fruto de las cuales fueron muchas deidades y héroes, incluyendo Atenea, Apolo y Artemisa, Hermes, Perséfone, Dioniso, Perseo, Heracles, Helena, Minos y las Musas. Con Hera suele decirse que fue padre de Ares, Hebe y Hefesto.
Su equivalente en la mitología romana era Júpiter y en la etrusca, Tinia.
Cultos panhelénicos
El principal centro donde los griegos se reunían para rendir honores al rey de sus dioses era Olimpia. El festival cuatrienal que se celebraba allí incluía los famosos Juegos. Había también un altar dedicado a Zeus construido no de piedra, sino de ceniza, procedente de los restos acumulados durante muchos siglos de animales sacrificados allí.
Aparte de los principales santuarios situados entre poleis, no había formas de culto a Zeus que compartiese todo el mundo griego. La mayoría de los títulos enumerados más abajo, por ejemplo, podían encontrarse en ciertos templos griegos desde Asia Menor hasta Sicilia. Determinados rituales se celebraban de la misma forma también: sacrificar un animal blanco sobre un altar elevado.
Historia
Zeus, poéticamente llamado con el vocativo Zeu pater (‘Zeus padre’), es una continuación de *Di̯ēus, el dios protoindoeuropeo del cielo diurno, también llamado *Di̯eus ph2tēr (‘Padre Cielo’).El dios es conocido bajo este nombre en védico (comp. Dyaus/Dyaus Pita), latín (comp. Júpiter, de Iuppiter, derivado del vocativo pIE *dyeu-ph2tēr) derivado de la forma básica *dyeu- (‘brillar’), y en la mitología germana y nórdica (comp. *Tīwaz > AAA Ziu, nórdico antiguo Týr), junto con el latín deus, dīvus y Dis (una variante de dīves), del sustantivo relacionado *deiwos.9 Para los griegos y romanos, el dios del cielo era también el dios supremo, mientras que esta función era desempeñada por Odín entre las tribus germánicas, por lo que no identificaban a Zeus/Júpiter con Tyr ni con Odín, sino con Thor (Þórr). Zeus es la única deidad del panteón olímpico cuyo nombre tiene una etimología indoeuropea tan transparente.
Papel y epítetos
Zeus desempeñaba un papel dominante, presidiendo el panteón olímpico de la Grecia Antigua. Engendró a muchos los héroes (véase una lista más abajo) y aparecía en muchos cultos locales. Aunque el «recolector de nubes» homérico era el dios del cielo y el trueno como sus equivalentes de Oriente Próximo, era también el artificio cultural supremo. En algunos sentidos, era para los griegos la encarnación de sus creencias religiosas y la deidad arquetípica.
Además de los epítetos locales que simplemente designaban al dios haciendo algo arbitrario en algún lugar particular, los epítetos o títulos aplicados a Zeus enfatizaban diferentes aspectos de su amplísima autoridad:
-Olimpio enfatizaba el reinado de Zeus sobre los dioses y sobre el festival panhelénico en Olimpia.
-Un título relacionado era Panhelenio (‘de todos los helenos’), a quien estaba dedicado el famoso templo de Éaco en Egina.
-Como Xenios, Zeus era el patrón de la hospitalidad y los invitados, presto a vengar cualquier injusticia cometida contra un extraño (xenós).
-Como Horkios era el vigilante de los juramentos. A los mentirosos que eran descubiertos se les hacía dedicar una estatua a Zeus, con frecuencia en el santuario de Olimpia.
-Como Agoreo, Zeus vigilaba los negocios en el ágora y castigaba a los comerciantes deshonestos.
-Como Egidoco (Αἰγιδοὓχος) o Egíoco (Αἰγίοχος) era el portador de la égida, con la que infundía terror al impío y sus enemigos. Otros derivan este epíteto de αίξ (‘cabra’) y οχή, tomándolo como una alusión a la leyenda de Zeus mamando del pecho de Amaltea.
-Como Meiliquios (‘amable’, ‘melifluo’ o ‘meloso’) subsumió un arcaico daimon ctónico apaciguado en Atenas.
-Como Tallaios (‘solar’) fue adorado en Creta.
-Como Zeus Labrandos fue adorado en Caria. Su sede sagrada fue Labraunda y era representado sujetando un hacha de doble filo (labrys). Está relacionado con el dios hurrita del cielo y la tormenta, Teshub.
Zeus cretense
Con una excepción, los griegos reconocían unánimemente a Creta como lugar de nacimiento de Zeus. La cultura minoica contribuyó esencialmente a la antigua religión griega: «por un centenar de canales la vieja civilización se vació en la nueva», señaló Will Durant,17 y el Zeus cretense retuvo sus características juveniles minoicas. El hijo local de la Gran Madre, «una deidad pequeña e inferior que asumió los papeles de hijo y consorte»,18 cuyo nombre minoico los griegos helenizaron como Velcanos, fue en su momento asumido como epíteto por Zeus, como ocurrió en muchos otros lugares, y pasó a ser venerado en Creta como Zeus Velcanos, el «Zeus-niño», a menudo simplemente Kouros.
En Creta, Zeus fue adorado en una serie de cuevas en Cnosos, Ida y Palaicastro. En la época helenística se fundó un pequeño santuario dedicado a Zeus Velcanos en el yacimiento de Hagia Triada. Monedas aproximadamente contemporáneas de Festos muestran la forma bajo la que fue adorado: un joven sentado entre las ramas de un árbol, con un gallo sobre las rodillas.En otras monedas cretenses Velcanos es representado como un águila y junto a una diosa celebrando un matrimonio místico.20 Inscripciones en Gortina y Licto registran una fiesta Velcania, demostrando que Velchanios fue aún ampliamente venerado en la Creta helénica.
Las historias de Minos y Epiménides sugieren que estas cuevas fueron alguna vez usadas para la adivinación incubadora por reyes y sacerdotes.
El escritor heleno Evémero aparentemente propuso la teoría de que Zeus había sido en realidad un gran rey de Creta y que su gloria le habría lentamente transformado tras su muerte en una deidad. Las obras de Evémero no se han conservado, pero los escritores patrísticos cristianos asumieron la sugerencia con entusiasmo.
Zeus subterráneo
Aunque la etimología indica que Zeus era originalmente un dios del cielo, muchas ciudades griegas honraban a un Zeus local que vivía bajo tierra. Los atenienses y sicilianos adoraban a Zeus Meiliquios, mientras otras ciudades tenían a Zeus Ctonio (‘terroso’), Catactonio (‘bajo tierra’) y Plusio (‘dador de riquezas’). Estas deidades podían ser representadas como serpientes o con forma humana en el arte, o de ambas maneras juntas para mayor énfasis. También recibían ofrendas de víctimas animales negras en pozos hundidos, como se hacía con deidades ctónicas como Perséfone y Deméter, y también con los héroes en sus tumbas. Los dioses olímpicos, por el contrario, recibían normalmente sacrificios de víctimas blancas sobre altares elevados.
En algunos casos, las ciudades no estaban completamente seguras de si el daimon para quien realizaban el sacrificio era un héroe o un Zeus subterráneo. De ahí que el altar en Lebadea en Beocia pudiera corresponder al héroe Trofonio o a Zeus Trofonio (‘el criador’), según se consulte a Pausanias o a Estrabón. El héroe Anfiarao era adorado como Zeus Anfiarao en Oropo, a las afueras de Tebas, y los espartanos tenían incluso un altar a Zeus Agamenón.
Oráculos de Zeus
Aunque la mayoría de los oráculos solían estar dedicados a Apolo, los héroes o diversas diosas como Temis, algunos lugares oraculares fueron dedicados a Zeus.
El oráculo de Dódona
El culto a Zeus en el Oráculo de Dódona en Epiro, donde hay evidencias de actividad religiosa a partir del II milenio a. C., tenía su centro en un roble sagrado. Cuando la Odisea fue compuesta (sobre el 750 a. C.), las profecías eran realizadas por sacerdotes descalzos llamados Selloi, que yacían en el suelo y observaban el susurro de las hojas y las ramas.30 En la época en la que Heródoto escribió sobre Dódona, las sacerdotisas llamadas peleiades (‘palomas’) habían reemplazado a estos sacerdotes.
En Dódona la consorte de Zeus no era Hera sino la diosa Dione, cuyo nombre es la forma femenina de «Zeus». Su posición como titánide sugiere según algunos que puede haber sido una deidad prehelénica más poderosa, y quizás la ocupante original del oráculo.
El oráculo de Siwa
El oráculo de Amón en el oasis de Siwa en el desierto occidental de Egipto no quedaba dentro de los límites del mundo griego antes de Alejandro Magno, pero aun así tenía gran influencia en los griegos durante la era arcaica: Heródoto menciona consultas a Zeus Amón en su relato de las Guerras Médicas. Zeus Amón era especialmente honrado en Esparta, donde existía un templo dedicado a él en la época de la Guerra del Peloponeso.31
Después de que Alejandro hiciese una incursión en el desierto para consultar el oráculo de Siwa, surgió el personaje de la sibila libia.
Zeus y los dioses extranjeros
Zeus fue identificado con el dios romano Júpiter y estaba asociado en la imaginación sincrética clásica con algunos otros dioses, tales como el egipcio Amón y el etrusco Tinia. Junto con Dioniso, Zeus absorbió el papel del dios jefe frigio Sabacio en la deidad sincrética conocida en Roma como Sabazius.
Algunos mitólogos comparativos modernos lo alinean con el hindú Indra.
Zeus en la mitología
-Nacimiento
Crono fue padre de varios hijos con Rea: Hestia, Deméter, Hera, Hades y Poseidón, pero se los tragó tan pronto como nacieron, ya que Gea y Urano le habían revelado que estaba destinado a ser derrocado por su propio hijo, tal como él había destronado a su padre. Pero cuando Zeus estaba a punto de nacer, Rea pidió consejo a Gea para urdir un plan que le salvara, y así Crono tuviera el justo castigo a sus actos contra Urano y contra sus propios hijos. Rea se escondió en la isla de Creta, donde dio a luz a Zeus. Luego engañó a Crono, dándole una piedra envuelta en pañales que éste tragó en seguida sin desconfiar.
-Infancia
Rea escondió a Zeus en una cueva del monte Ida en Creta. Según diversas versiones de esta historia, Zeus fue criado:
Por Gea.
Por una cabra llamada Amaltea, mientras una compañía de Curetes o Coribantes (soldados o dioses menores) bailaba, gritaba y daba palmadas para hacer ruido y que Crono no oyese los llantos del niño.
Por una ninfa llamada Adamantea. Puesto que Crono gobernaba la tierra, los cielos y el mar, ella le escondió colgándole con una cuerda de un árbol, de forma que quedaba suspendido entre la tierra, el mar y el cielo, siendo pues invisible a su padre.
Por una ninfa llamada Cinosura. En agradecimiento, Zeus la subió entre las estrellas tras su muerte.
Por Melisa, quien lo alimentó con leche de cabra y miel.
Por una familia de pastores bajo la promesa de que sus ovejas estarían a salvo de los lobos.
Zeus se convierte en rey de los dioses
Cabeza laureada de Zeus en un tetradracma griego, Lámpsaco, c. 360–340 a. C.
Tras hacerse adulto, Zeus obligó a Crono a regurgitar primero la piedra (que se le dejó a Pitón bajo las cañadas del Parnaso como señal a los hombres mortales, el Ónfalos) y después a sus hermanos en orden inverso al que los había tragado. En algunas versiones, Metis le dio a Crono un emético para obligarle a vomitar los bebés, y en otras Zeus abrió el estómago de Crono. Entonces Zeus liberó a los hermanos de Crono, los Hecatónquiros y los Cíclopes, de su mazmorra en el Tártaro y mató a su guardiana, Campe. Como muestra de agradecimiento, los Cíclopes le dieron el trueno, el rayo o el relámpago, que habían sido previamente escondidos por Gea. En una guerra llamada la Titanomaquia, Zeus y sus hermanos y hermanas junto con los Hecatónquiros y Cíclopes, derrocaron a Crono y a los otros Titanes, que fueron encerrados en el Tártaro, un lugar húmedo, lúgubre, frío y neblinoso en lo más profundo de la Tierra y allí quedaron custodiados por los Hecatónquiros. Atlas, uno de los titanes que luchó contra Zeus, fue castigado a sostener la bóveda celeste.
Tras la batalla con los Titanes, Zeus se repartió el mundo con sus hermanos mayores, Poseidón y Hades, echándoselo a suertes: Zeus consiguió el cielo y el aire, Poseidón las aguas y Hades el mundo de los muertos (el inframundo). La antigua tierra, Gea, no podía ser reclamada y quedó bajo el dominio de los tres según sus capacidades, lo que explica por qué Poseidón era el dios de los terremotos y Hades reclamaba a los humanos que morían.
Gea estaba resentida por cómo Zeus había tratado a los Titanes, porque eran sus hijos. Poco después de subir al trono como rey de los dioses, Zeus tuvo que luchar con otros hijos de Gea, los monstruos Tifón y Equidna. Zeus derrotó a Tifón atrapándole bajo una montaña, pero dejó a Equidna y a sus hijos con vida como desafío para futuros héroes.
Zeus y Hera
Artículo principal: Hera
Zeus era hermano y marido de Hera, con quien tuvo a Ares, Hebe y Hefesto, aunque algunas fuentes dicen que Hera tuvo a estos hijos sola. Algunos autores incluyen a Ilitía y Eris como hijas suyas. Zeus es famoso por sus conquistas de muchas mujeres mortales —entre las que destacan Sémele, Alcmena, Ío, Europa y Leda— y ninfas, de las que nacieron los fundadores de muchas dinastías helénicas. La mitografía olímpica recoge incluso uniones con las diosas Leto, Deméter, Dione y Maya.
Muchos mitos muestran a una Hera muy celosa de estas conquistas amorosas, y enemiga sistemática de todas las amantes de Zeus y de los hijos que tenían con él. Durante un tiempo, una ninfa llamada Eco tuvo el trabajo de distraer a Hera de estas aventuras hablándole incesantemente. Cuando Hera descubrió el engaño, maldijo a Eco a pronunciar sólo las palabras de los demás.
Hera también se representa despreciando profundamente a Ganimedes, un muchacho troyano a quien Zeus llevó al Olimpo para ser copero de los dioses, además de erómeno suyo.
Raptos
Los llamados «raptos» (en realidad violaciones) de Zeus no eran aventuras amorosas sino sucesos míticos que se sucedían en los cultos locales a ninfas del agua o los bosques, que eran suplantadas por el orden patrilineal olímpico imperante, provocando una revolución cultural, social y religiosa, o al menos una reforma radical de las creencias antiguas y una lectura reinterpretada de la prácticas religiosas establecidas.
Resulta notable que ninguno de estos raptos involucrase a las diosas olímpicas. Zeus solía engendrar con la ninfa el progenitor epónimo de una estirpe de reyes que sobreviviría hasta épocas heroicas o históricas arcaicas. En muchos casos Hera, la «celosa» diosa que representaba las tradiciones religiosas conservadoras, se vengaba atrozmente de la desleal «desertora», quien sucumbía al nuevo orden (véase Ío, etcétera). Cuando la raptada era humana, su madre era siempre una ninfa o semidiosa.
Consortes y descendencia
Deidades:
-Aix
Egipán32
-Deméter
Perséfone
Zagreo
-Dione o Talasa
Afrodita
- Eris
Limos
- Gea
Manes
Orión†
-Hera
Ares
Hebe
Hefesto
Ilitía
-Leto
Apolo
Artemisa
- Maya
Hermes
-Metis
Atenea
- Mnemósine
Musas (las tres originales):
Aedea, Meletea y Mnemea
Musas (las nueve definitivas):
Calíope, Clío, Erato, Euterpe, Melpómene, Polimnia, Talía, Terpsícore y Urania
-Perséfone
Zagreo
Yaco
-Selene
Ersa
León de Nemea
Pandia
-Temis
Horas (primera generación):
Auxo, Carpo y Talo
Horas (segunda generación):
Dice (Astrea para los romanos), Eirene y Eunomia
Horas (tercera generación):
Eporia, Ferusa y Ortosia
-Moiras:††
Átropos, Cloto y Láquesis
Mortales, ninfas u otras:
-Alcmena
Heracles
-Antiope
Anfión
Zeto
-Calisto
Arcas
-Carme
Britomartis
-Dánae
Perseo
-Egina
Éaco
-Elara
Ticio
-Electra
Dárdano
Harmonía
Iasión
-Europa
Minos
Radamantis
Sarpedón
- Eurínome
Cárites:
Aglaya, Eufrósine y Talía
-Himalia
Cito
Cronio
Esparteo
-Ío
Ceróesa
Épafo
-Lamia
Sibila Libia
-Laodamía
Sarpedón
-Leda
Cástor
Helena de Troya
Polideuco (Pólux)
-Mera
Locro
-Níobe
Argos
Pelasgo
-Olimpia de Epiro
Alejandro Magno
-Otreis
Meliteo
-Pluto
Tántalo
-Pirra
Helén
-Sémele
Dioniso
-Táigete
Lacedemón
-Talía
Palicos
-Yodama
Tebe
Madre desconocida:
- Ate
-Litaí
- Tique
Amantes masculinos:
-Ganimedes
† Orión se describe como «nacido de la tierra» y fue gestado bajo ésta, que es dominio de Gea, si bien ella no tuvo implicación directa en su nacimiento o desarrollo. Otras versiones lo hacen hijo de Poseidón y Euríale.
†† Las diversas fuentes griegas afirman que eran hijas de Zeus y de la titánide Temis o de seres primordiales como Nix, Caos o Ananké[/list]
En la mitología griega, los Titanes —masculino— y Titánides —femenino— (en griego antiguo Τιτάν, plural Τιτᾶνες) eran una raza de poderosos dioses que gobernaron durante la legendaria edad dorada.
Los Titanes fueron doce desde su primera aparición literaria, en la Teogonía de Hesíodo; en su Biblioteca mitológica Apolodoro añade un decimotercero, Dione, una doble de Tea. Estaban relacionados con diversos conceptos primordiales, algunos de los cuales simplemente se extrapolaban de sus nombres: el océano y la fructífera tierra, el sol y la luna, la memoria y la ley natural. Los doce Titanes de la primera generación fueron liderados por el más joven, Crono, quien derrocó a su padre, Urano (‘Cielo’), a instancias de su madre, Gea (‘Tierra’).
Posteriormente los Titanes engendraron una segunda generación, notablemente los hijos de Hiperión (Helios, Eos y Selene), las hijas de Ceo (Leto y Asteria) y los hijos de Jápeto (Prometeo, Epimeteo, Atlas y Menecio).
Los Titanes precedieron a los doce olímpicos, quienes, guiados por Zeus, terminaron derrocándolos en la Titanomaquia (‘Guerra de los Titanes’). La mayoría de ellos fueron entonces encarcelados en el Tártaro, la región más profunda del inframundo.
Dione:
En la mitología griega, Dione (en griego antiguo Διωνη, ‘reina divina’) es una diosa de vaga presencia que toma su forma más concreta en el libro V de la Ilíada de Homero como madre de Afrodita, cuando ésta viaja a su lado tras ser herida en una batalla mientras protegía a su favorito e hijo Eneas. En este episodio, Dione parece ser el equivalente de Rea , la Madre de los Dioses, a quien Homero también situaba en el Olimpo.
El nombre indoeuropeo de Dione en realidad es más bien un título: la ‘Diosa’, etimológicamente una forma femenina de Zeus. La Diana de la mitología romana tiene una etimología parecida, pero por lo demás no guarda relación con Dione. En obras posteriores a la Ilíada se llama a veces Dionea o incluso Dione a la propia Afrodita. En el muy antiguo oráculo de Zeus en Dódona se consideraba a Dione esposa de Zeus en lugar de a Hera, como muestran muchas de las inscripciones votivas supervivientes.
Aunque Dione no era una Titánide según Hesíodo, pues aparece en su Teogonía entre la larga lista de oceánides, Apolodoro sí la consideraba como tal.
Un mitógrafo posterior, Higino, afirma que Dione es una pléyade, hija de Atlas, y madre con Tántalo de Pélope, Níobe y Broteas.
Tea
Urano
En la mitología clásica, Urano (en griego antiguo Οὐρανός Ouranos, ‘cielo’, ‘firmamento’, latinizado Uranus) es el dios primordial del cielo. En la mitología griega era personificado como hijo y esposo de Gea, la Madre Tierra. Ambos fueron ancestros de la mayoría de los dioses griegos, pero ningún culto dirigido directamente a Urano sobrevivió hasta la época clásica, y el dios no aparece entre los temas comunes de la cerámica griega antigua. Sin embargo, la Tierra, el Cielo y Estigia podían unirse en una solemne invocación en la épica homérica.
La mayoría de los griegos consideraban que Urano era un dios primordial (protogenos), y no le asignaban padres. Bajo la influencia de los filósofos, Cicerón afirma en De natura deorum que era descendiente de los antiguos dioses Éter y Hemera, el Aire y el Día. Según los himnos órficos, Urano era el hijo de la diosa de la noche, Nix. Su equivalente en la mitología romana era Caelus (de caelum, en latín ‘cielo’).
Como elemento físico, Urano era el límite superior del cosmos, una suerte de techo del mundo, sólido, concebido ya como broncíneo (χάλκεος, Ilíada v, 504; xvii, 425; Odisea v, 2), ya como férreo (σιδήρεος, Odisea xv, 329; xvii, 565). La mayoría de los especialistas piensan que el cielo era concebido como una bóveda, aunque West, comentador de la Teogonía, señala que los domos son poco frecuentes después del periodo micénico, y cree que el cielo era pensado como plano y paralelo a la tierra, puesto que si tuviera forma de bóveda no se podría explicar la necesidad de que Atlas (v. Teogonía 517) mantuviera separada de ésta a una estructura semejante.En la épica griega es frecuente la calificación de Urano como ἀστερόεντος, es decir, "estrellado".
En los poemas homéricos, οὐρανός (ouranós) es a veces un nombre alternativo del Olimpo como hogar colectivo de los dioses; como ocurre al final del libro I de la Ilíada, cuando Tetis surge del mar para suplicar con Zeus: «saliendo de entre las olas del mar, subió muy de mañana al gran cielo y al Olimpo, y halló al largovidente Cronión sentado aparte».
Ὀλυμπους se usa casi siempre para ese hogar, pero οὐρανός alude a menudo al cielo natural sobre nosotros sin alusión alguna a que los dioses vivieran allí William Sale,
En la Teogonía de Hesíodo, Urano es engendrado por Gea, que lo alumbra "con sus mismas proporciones" (ἐγείνατο ἶσον ἑωυτῇ, Teogonía 126). Este acto de alumbramiento asexuado ha sido concebido como una versión cosmogónica del principio cosmológico de la separación del cielo y la tierra a partir de una masa indiferenciada, cuyo duplicado poético es el mito de la castración de Urano.Urano es a la vez consorte de Gea (Teogonía 133), esta unión es motivo de frecuente aparición en mitos y rituales.De ellos nacen un conjunto heterogéneo de divinidades, los Titanes, los Cíclopes y los Hecatonquiros (Teogonía 133-153).
En el siglo VI, cuando existía una distinción entre Afrodita Urania (‘celestial’) y Afrodita Pandemos (‘de toda la gente’), οὐρανός significaba simplemente la esfera celeste.
En la Teogonía (154-211) Hesíodo narra que Urano retenía a sus hijos en el seno de su madre cuando estaban a punto de nacer. Gea urdió un plan para vengar el ultraje: talló una hoz de adamantio y pidió ayuda a sus hijos. Solo Crono, el menor de ellos, estuvo dispuesto a cumplir con su obligación, emboscó a su padre cuando yacía con su madre, y lo castró con la hoz, arrojando los genitales tras él.
Al salpicar la sangre, Gea la recogió, y de ella surgieron los Gigantes, las Erinias, las Melias. Los genitales de Urano produjeron una espuma de la que nació Afrodita.
Urano vaticinó que los titanes tendrían un castigo justo por su crimen, anticipando la victoria de Zeus sobre Crono.
La Biblioteca mitológica (I, I, 1) recoge una versión diferente, en la cual Urano arroja a sus primeros hijos (los Hecatónquiros y los Cíclopes) al Tártaro, y Gea, irritada, persuade al resto de sus hijos (los Titanes) para que ataquen a su padre con la hoz. Derrotado Urano, los Titanes rescatan a los arrojados en el Tártaro para que aseguren el dominio de Crono.
Estos mitos antiguos de orígenes remotos no tenían reflejo en los cultos de los helenos. La función de Urano es la de dios derrotado de una época pasada, antes de que el tiempo real empezase. Tras su castración, el Cielo no volvió a acudir a cubrir la Tierra por la noche, sino que ocupó su lugar, y «los padres originales llegaron a su fin».
Toda la descendencia de Urano fue con Gea, excepto Afrodita, nacida cuando Crono le castró y arrojó los genitales mutilados al mar (Talasa).
* Cíclopes
o Arges
o Brontes
o Estéropes
* Hecatónquiros
o Briareo
o Coto
o Giges
* Titanes
o Ceo
o Crío
o Crono
o Hiperión
o Jápeto
o Océano
* Titánides
o Febe
o Mnemósine
o Rea
o Tea
o Temis
o Tetis
* Erinias
o Alecto
o Megera
o Tisífone
* Gigantes
* Melias
Gea
Gea o Gaya (en griego antiguo Γαῖα Gaĩa o Γαῖη Gaĩê, ‘suelo’ o ‘tierra’; en koiné Γῆ Gễ) es la diosa que personifica la Tierra en la mitología griega. Es una deidad primordial y ctónica en el antiguo panteón griego y se la consideraba una Diosa Madre o Gran Diosa. Su equivalente en el panteón romano era Terra.
La Teogonía de Hesíodo cuenta cómo, tras el Caos, surgió Gea, la eterna fundación de los dioses del Olimpo. De su propio ser, «sin la dulce unión del amor», trajo a Urano, el cielo estrellado, su igual, para cubrirla a ella y a las colinas, y también a Ponto, la infructuosa profundidad del mar. Pero tras esto, cuenta Hesíodo, yació con su hijo Urano y engendró a los Titanes Océano, Ceo, Crío, Hiperión y Jápeto, y a las Titánides Tea, Rea, Temis, Mnemósine, Febe la de la dorada corona y la hermosa Tetis. «Tras ellos nació Crono el astuto, el más joven y terrible de sus hijos, y éste odió a su lujurioso padre.» Hesíodo menciona que Gea concibió más descendencia con Urano. Primero los Cíclopes gigantes de un solo ojo, constructores de murallas, a los que posteriormente se les dieron nombres: Brontes (‘el que truena’), Estéropes (‘el que da el rayo’) y Arges (‘el que brilla’): «Había fuerza, poder y destreza en sus obras.» Luego añade los tres terribles hijos de cien manos de la Tierra y el Cielo, los Hecatónquiros, Coto, Briareo y Giges, cada uno con cincuenta cabezas.
Urano escondió a cíclopes y hecatónquiros en el Tártaro, el mundo de las profundidades y la oscuridad, donde no pudieran ver la luz, y se regocijó de su maldad. Esto provocaba gran dolor a Gea (el Tártaro era su vientre), por lo que creó un pedernal gris (o adamanto) y de éste fabricó una gran hoz, y reuniendo a los titanes les pidió obediencia. Sólo Crono, el menor, se atrevió a tomar la hoz y castró a su padre cuando éste se acercó a Gea para yacer con ella. De las gotas de sangre y semen Gea concibió aún a más hijos: las fuertes Erinias, los Gigantes con armadura y las Melias (ninfas de los fresnos).
Urano llamó a sus hijos «Titanes», ‘los que abusan’, ya que «con temeraria sensatez habían cometido un acto terrible por el que luego tendrían justo castigo», pues tal como Urano había sido depuesto por su hijo Crono, así él mismo estaba destinado a ser derrocado por el suyo. Para evitarlo, se tragaba a sus hijos tan pronto como éstos nacían. Gea le dio a la esposa de Crono, Rea, la idea que salvaría a su último hijo, Zeus: dar a Crono una piedra envuelta en pañales que pareciese un bebé. Entonces Gea crió a Zeus (según algunas versiones de la historia), quien finalmente rescataría a sus hermanos y hermanas, tragados por Crono, y también liberaría a los Cíclopes, Hecatónquiros y Gigantes del Tártaro. Juntos, Zeus y sus aliados derrocarían a Crono.
Tras la castración de Urano, Gea parió a Equidna y Tifón, engendrados por Tártaro. De Ponto tuvo a Nereo, Taumante, Forcis, Ceto y Euribia. Con Éter tuvo a Ergía, la diosa de la pereza y la holgazanería.
Zeus escondía a una amante, Elara, de Hera ocultándola bajo la tierra. El hijo que tuvo de ésta, el gigante Ticio, es por tanto considerado a veces hijo de Gea, la diosa de la tierra, y de Elara.
Gea también hizo inmortal a Aristeo.
Se cree por algunas fuentes que Gea fue la deidad original tras el Oráculo de Delfos. Traspasó sus poderes a, según la versión, Poseidón, Apolo o Temis. Apolo es el mejor conocido como poder tras el oráculo, muy reconocido ya en tiempos de Homero, tras haber matado al hijo de Gea Pitón en ese lugar y usurpado su poder ctónico. Hera castigó a Apolo por esto enviándolo a trabajar como pastor durante nueve años con el rey Admeto.
Los juramentos prestados en nombre de Gea, en la antigua Grecia, estaban considerados entre los más sagrados.
En el arte clásico Gea era representada de dos formas. En las vasijas pintadas atenienses se la mostraba como una mujer entrada en años, medio levantada del suelo, a menudo dando el bebé Erictonio (un futuro rey de Atenas) a Atenea para que ésta lo criase. Más tarde, en los mosaicos, aparece como una mujer reclinada sobre la tierra rodeada por un grupo de Karpoi, dioses infantes de los frutos de la tierra.
Nacimiento de Erictonio: Atenea recibe al niño de manos de la madre tierra Gea. Hefesto contempla la escena. Cara A de un estamno ático de figuras rojas, 470–460 a. C.
* En solitario
o Los Ourea
o Ponto
o Urano
* Con Elara
o Ticio
* Con Éter
o Ergía
* Con Hefesto
o Erictonio
* Con Océano
o Triptólemo
* Con Ponto
o Ceto
o Euribia
o Forcis
o Nereo
o Taumante
* Con Tártaro
o Equidna
o Tifón
* Con Urano
o Cíclopes
o Hecatónquiros
o Musas
o Titanes y Titánides
* Con Zeus
o Manes
* De la sangre de Urano
o Erinias
o Gigantes
o Melíades
* Padre desconocido
o Anax
o Anteo
o Argos
o Arión
o Caerus
o Cécrope
o Creúsa
o Curetes
o Escorpión[4]
o Feme
o Flío
o Hilo
o Leito
o Orión
o Pitón
Etimológicamente, Gaya es una palabra compuesta por dos elementos. *Ge, que significa ‘Tierra’, se encuentra en muchos neologismos, como Geografía (Ge/graphos, escribir sobre la Tierra) y Geología (Ge/logos, palabras sobre la Tierra). *Ge es una palabra sustrato pregriega que algunos relacionan con la sumeria Ki, que también significa ‘Tierra’. *Aia es un derivado de una raíz indoeuropea que significa ‘abuela’. Por tanto, la etimología completa de Gaya parecería haber sido ‘abuela Tierra’.
La creencia en una Madre Tierra nutricia es a menudo una característica del moderno culto neopagano a la «Diosa», que suele ser vinculado por los practicantes de esta religión con la teoría de la diosa neolítica.
La llegada de los dioses del Olimpo con los inmigrantes al Egeo durante el II milenio a. C., y la en ocasiones violenta lucha por suplantar a Gea, imbuye a la mitología griega de su característica tensión. Ecos de la fuerza de Gea persisten en la mitología de la Grecia clásica, donde sus papeles están divididos entre Hera, consorte de Zeus, Deméter, Artemisa, gemela y esposa de Apolo, y Atenea.
Hiperion
Ceo
Japeto
En la mitología griega, Dione (en griego antiguo Διωνη, ‘reina divina’) es una diosa de vaga presencia que toma su forma más concreta en el libro V de la Ilíada de Homero como madre de Afrodita, cuando ésta viaja a su lado tras ser herida en una batalla mientras protegía a su favorito e hijo Eneas. En este episodio, Dione parece ser el equivalente de Rea , la Madre de los Dioses, a quien Homero también situaba en el Olimpo.
El nombre indoeuropeo de Dione en realidad es más bien un título: la ‘Diosa’, etimológicamente una forma femenina de Zeus. La Diana de la mitología romana tiene una etimología parecida, pero por lo demás no guarda relación con Dione. En obras posteriores a la Ilíada se llama a veces Dionea o incluso Dione a la propia Afrodita. En el muy antiguo oráculo de Zeus en Dódona se consideraba a Dione esposa de Zeus en lugar de a Hera, como muestran muchas de las inscripciones votivas supervivientes.
Aunque Dione no era una Titánide según Hesíodo, pues aparece en su Teogonía entre la larga lista de oceánides, Apolodoro sí la consideraba como tal.
Un mitógrafo posterior, Higino, afirma que Dione es una pléyade, hija de Atlas, y madre con Tántalo de Pélope, Níobe y Broteas.
Tea
En la mitología griega, Tea, Tía o Teia (en griego Θεια, también
escrito Thea, Thia o Theia), llamada también Eurifaesa (Ευρυφαεσσα
Euryphaessa, ‘de amplio brillo’), era la Titánide de la vista y por
extensión la diosa que dotaba al oro, la plata y las gemas con su brillo
y valor intrínseco.
Tea se casó con su hermano Hiperión, dios del vigilante sol, con quien fue madre de Helios (de quien se dice en su himno homérico que era hijo de Eurifaesa), Selene y Eos, el sol, la luna y la aurora. Los antiguos griegos creían que la vista era un rayo emitido por los ojos similar a los del sol y la luna, por lo que era lógico que la diosa de la vista fuese también madre de los dioses de estos cuerpos celestiales. Tras la Titanomaquia, en la que las Titánides habían permanecido neutrales, se fue a vivir al palacio de su hijo Helios.
Píndaro elogia a Tea en su 5.ª oda ístmica:
Madre del Sol, Tea de muchos nombres, por ti los hombres honran el oro por encima de todo lo demás; y a por el valor que les otorgas, oh reina, los barcos se enfrentan en el mar y recuas de caballos uncidos hacen maravillas en carreras de veloces giros.
Tea parece aquí una diosa de brillo en particular y de gloria en general, pero la alusión de Píndaro a ella como «Tea de muchos nombres» es reveladora, pues sugiere la asimilación no sólo de parecidas diosas madres del sol como Febe y Leto, sino quizás también de diosas madres más universales como Rea y Cibeles.
Al papel mitológico de Tea como madre de la diosa de la luna Selene se hace referencia con la aplicación de su nombre al hipotético planeta que, de acuerdo con una teoría, colisionó con la Tierra, provocando la creación de la luna.
Tea se casó con su hermano Hiperión, dios del vigilante sol, con quien fue madre de Helios (de quien se dice en su himno homérico que era hijo de Eurifaesa), Selene y Eos, el sol, la luna y la aurora. Los antiguos griegos creían que la vista era un rayo emitido por los ojos similar a los del sol y la luna, por lo que era lógico que la diosa de la vista fuese también madre de los dioses de estos cuerpos celestiales. Tras la Titanomaquia, en la que las Titánides habían permanecido neutrales, se fue a vivir al palacio de su hijo Helios.
Píndaro elogia a Tea en su 5.ª oda ístmica:
Madre del Sol, Tea de muchos nombres, por ti los hombres honran el oro por encima de todo lo demás; y a por el valor que les otorgas, oh reina, los barcos se enfrentan en el mar y recuas de caballos uncidos hacen maravillas en carreras de veloces giros.
Tea parece aquí una diosa de brillo en particular y de gloria en general, pero la alusión de Píndaro a ella como «Tea de muchos nombres» es reveladora, pues sugiere la asimilación no sólo de parecidas diosas madres del sol como Febe y Leto, sino quizás también de diosas madres más universales como Rea y Cibeles.
Al papel mitológico de Tea como madre de la diosa de la luna Selene se hace referencia con la aplicación de su nombre al hipotético planeta que, de acuerdo con una teoría, colisionó con la Tierra, provocando la creación de la luna.
Urano
En la mitología clásica, Urano (en griego antiguo Οὐρανός Ouranos, ‘cielo’, ‘firmamento’, latinizado Uranus) es el dios primordial del cielo. En la mitología griega era personificado como hijo y esposo de Gea, la Madre Tierra. Ambos fueron ancestros de la mayoría de los dioses griegos, pero ningún culto dirigido directamente a Urano sobrevivió hasta la época clásica, y el dios no aparece entre los temas comunes de la cerámica griega antigua. Sin embargo, la Tierra, el Cielo y Estigia podían unirse en una solemne invocación en la épica homérica.
La mayoría de los griegos consideraban que Urano era un dios primordial (protogenos), y no le asignaban padres. Bajo la influencia de los filósofos, Cicerón afirma en De natura deorum que era descendiente de los antiguos dioses Éter y Hemera, el Aire y el Día. Según los himnos órficos, Urano era el hijo de la diosa de la noche, Nix. Su equivalente en la mitología romana era Caelus (de caelum, en latín ‘cielo’).
Como elemento físico, Urano era el límite superior del cosmos, una suerte de techo del mundo, sólido, concebido ya como broncíneo (χάλκεος, Ilíada v, 504; xvii, 425; Odisea v, 2), ya como férreo (σιδήρεος, Odisea xv, 329; xvii, 565). La mayoría de los especialistas piensan que el cielo era concebido como una bóveda, aunque West, comentador de la Teogonía, señala que los domos son poco frecuentes después del periodo micénico, y cree que el cielo era pensado como plano y paralelo a la tierra, puesto que si tuviera forma de bóveda no se podría explicar la necesidad de que Atlas (v. Teogonía 517) mantuviera separada de ésta a una estructura semejante.En la épica griega es frecuente la calificación de Urano como ἀστερόεντος, es decir, "estrellado".
En los poemas homéricos, οὐρανός (ouranós) es a veces un nombre alternativo del Olimpo como hogar colectivo de los dioses; como ocurre al final del libro I de la Ilíada, cuando Tetis surge del mar para suplicar con Zeus: «saliendo de entre las olas del mar, subió muy de mañana al gran cielo y al Olimpo, y halló al largovidente Cronión sentado aparte».
Ὀλυμπους se usa casi siempre para ese hogar, pero οὐρανός alude a menudo al cielo natural sobre nosotros sin alusión alguna a que los dioses vivieran allí William Sale,
En la Teogonía de Hesíodo, Urano es engendrado por Gea, que lo alumbra "con sus mismas proporciones" (ἐγείνατο ἶσον ἑωυτῇ, Teogonía 126). Este acto de alumbramiento asexuado ha sido concebido como una versión cosmogónica del principio cosmológico de la separación del cielo y la tierra a partir de una masa indiferenciada, cuyo duplicado poético es el mito de la castración de Urano.Urano es a la vez consorte de Gea (Teogonía 133), esta unión es motivo de frecuente aparición en mitos y rituales.De ellos nacen un conjunto heterogéneo de divinidades, los Titanes, los Cíclopes y los Hecatonquiros (Teogonía 133-153).
En el siglo VI, cuando existía una distinción entre Afrodita Urania (‘celestial’) y Afrodita Pandemos (‘de toda la gente’), οὐρανός significaba simplemente la esfera celeste.
En la Teogonía (154-211) Hesíodo narra que Urano retenía a sus hijos en el seno de su madre cuando estaban a punto de nacer. Gea urdió un plan para vengar el ultraje: talló una hoz de adamantio y pidió ayuda a sus hijos. Solo Crono, el menor de ellos, estuvo dispuesto a cumplir con su obligación, emboscó a su padre cuando yacía con su madre, y lo castró con la hoz, arrojando los genitales tras él.
Al salpicar la sangre, Gea la recogió, y de ella surgieron los Gigantes, las Erinias, las Melias. Los genitales de Urano produjeron una espuma de la que nació Afrodita.
Urano vaticinó que los titanes tendrían un castigo justo por su crimen, anticipando la victoria de Zeus sobre Crono.
La Biblioteca mitológica (I, I, 1) recoge una versión diferente, en la cual Urano arroja a sus primeros hijos (los Hecatónquiros y los Cíclopes) al Tártaro, y Gea, irritada, persuade al resto de sus hijos (los Titanes) para que ataquen a su padre con la hoz. Derrotado Urano, los Titanes rescatan a los arrojados en el Tártaro para que aseguren el dominio de Crono.
Estos mitos antiguos de orígenes remotos no tenían reflejo en los cultos de los helenos. La función de Urano es la de dios derrotado de una época pasada, antes de que el tiempo real empezase. Tras su castración, el Cielo no volvió a acudir a cubrir la Tierra por la noche, sino que ocupó su lugar, y «los padres originales llegaron a su fin».
Toda la descendencia de Urano fue con Gea, excepto Afrodita, nacida cuando Crono le castró y arrojó los genitales mutilados al mar (Talasa).
* Cíclopes
o Arges
o Brontes
o Estéropes
* Hecatónquiros
o Briareo
o Coto
o Giges
* Titanes
o Ceo
o Crío
o Crono
o Hiperión
o Jápeto
o Océano
* Titánides
o Febe
o Mnemósine
o Rea
o Tea
o Temis
o Tetis
* Erinias
o Alecto
o Megera
o Tisífone
* Gigantes
* Melias
Gea
Gea o Gaya (en griego antiguo Γαῖα Gaĩa o Γαῖη Gaĩê, ‘suelo’ o ‘tierra’; en koiné Γῆ Gễ) es la diosa que personifica la Tierra en la mitología griega. Es una deidad primordial y ctónica en el antiguo panteón griego y se la consideraba una Diosa Madre o Gran Diosa. Su equivalente en el panteón romano era Terra.
La Teogonía de Hesíodo cuenta cómo, tras el Caos, surgió Gea, la eterna fundación de los dioses del Olimpo. De su propio ser, «sin la dulce unión del amor», trajo a Urano, el cielo estrellado, su igual, para cubrirla a ella y a las colinas, y también a Ponto, la infructuosa profundidad del mar. Pero tras esto, cuenta Hesíodo, yació con su hijo Urano y engendró a los Titanes Océano, Ceo, Crío, Hiperión y Jápeto, y a las Titánides Tea, Rea, Temis, Mnemósine, Febe la de la dorada corona y la hermosa Tetis. «Tras ellos nació Crono el astuto, el más joven y terrible de sus hijos, y éste odió a su lujurioso padre.» Hesíodo menciona que Gea concibió más descendencia con Urano. Primero los Cíclopes gigantes de un solo ojo, constructores de murallas, a los que posteriormente se les dieron nombres: Brontes (‘el que truena’), Estéropes (‘el que da el rayo’) y Arges (‘el que brilla’): «Había fuerza, poder y destreza en sus obras.» Luego añade los tres terribles hijos de cien manos de la Tierra y el Cielo, los Hecatónquiros, Coto, Briareo y Giges, cada uno con cincuenta cabezas.
Urano escondió a cíclopes y hecatónquiros en el Tártaro, el mundo de las profundidades y la oscuridad, donde no pudieran ver la luz, y se regocijó de su maldad. Esto provocaba gran dolor a Gea (el Tártaro era su vientre), por lo que creó un pedernal gris (o adamanto) y de éste fabricó una gran hoz, y reuniendo a los titanes les pidió obediencia. Sólo Crono, el menor, se atrevió a tomar la hoz y castró a su padre cuando éste se acercó a Gea para yacer con ella. De las gotas de sangre y semen Gea concibió aún a más hijos: las fuertes Erinias, los Gigantes con armadura y las Melias (ninfas de los fresnos).
Urano llamó a sus hijos «Titanes», ‘los que abusan’, ya que «con temeraria sensatez habían cometido un acto terrible por el que luego tendrían justo castigo», pues tal como Urano había sido depuesto por su hijo Crono, así él mismo estaba destinado a ser derrocado por el suyo. Para evitarlo, se tragaba a sus hijos tan pronto como éstos nacían. Gea le dio a la esposa de Crono, Rea, la idea que salvaría a su último hijo, Zeus: dar a Crono una piedra envuelta en pañales que pareciese un bebé. Entonces Gea crió a Zeus (según algunas versiones de la historia), quien finalmente rescataría a sus hermanos y hermanas, tragados por Crono, y también liberaría a los Cíclopes, Hecatónquiros y Gigantes del Tártaro. Juntos, Zeus y sus aliados derrocarían a Crono.
Tras la castración de Urano, Gea parió a Equidna y Tifón, engendrados por Tártaro. De Ponto tuvo a Nereo, Taumante, Forcis, Ceto y Euribia. Con Éter tuvo a Ergía, la diosa de la pereza y la holgazanería.
Zeus escondía a una amante, Elara, de Hera ocultándola bajo la tierra. El hijo que tuvo de ésta, el gigante Ticio, es por tanto considerado a veces hijo de Gea, la diosa de la tierra, y de Elara.
Gea también hizo inmortal a Aristeo.
Se cree por algunas fuentes que Gea fue la deidad original tras el Oráculo de Delfos. Traspasó sus poderes a, según la versión, Poseidón, Apolo o Temis. Apolo es el mejor conocido como poder tras el oráculo, muy reconocido ya en tiempos de Homero, tras haber matado al hijo de Gea Pitón en ese lugar y usurpado su poder ctónico. Hera castigó a Apolo por esto enviándolo a trabajar como pastor durante nueve años con el rey Admeto.
Los juramentos prestados en nombre de Gea, en la antigua Grecia, estaban considerados entre los más sagrados.
En el arte clásico Gea era representada de dos formas. En las vasijas pintadas atenienses se la mostraba como una mujer entrada en años, medio levantada del suelo, a menudo dando el bebé Erictonio (un futuro rey de Atenas) a Atenea para que ésta lo criase. Más tarde, en los mosaicos, aparece como una mujer reclinada sobre la tierra rodeada por un grupo de Karpoi, dioses infantes de los frutos de la tierra.
Nacimiento de Erictonio: Atenea recibe al niño de manos de la madre tierra Gea. Hefesto contempla la escena. Cara A de un estamno ático de figuras rojas, 470–460 a. C.
* En solitario
o Los Ourea
o Ponto
o Urano
* Con Elara
o Ticio
* Con Éter
o Ergía
* Con Hefesto
o Erictonio
* Con Océano
o Triptólemo
* Con Ponto
o Ceto
o Euribia
o Forcis
o Nereo
o Taumante
* Con Tártaro
o Equidna
o Tifón
* Con Urano
o Cíclopes
o Hecatónquiros
o Musas
o Titanes y Titánides
* Con Zeus
o Manes
* De la sangre de Urano
o Erinias
o Gigantes
o Melíades
* Padre desconocido
o Anax
o Anteo
o Argos
o Arión
o Caerus
o Cécrope
o Creúsa
o Curetes
o Escorpión[4]
o Feme
o Flío
o Hilo
o Leito
o Orión
o Pitón
Etimológicamente, Gaya es una palabra compuesta por dos elementos. *Ge, que significa ‘Tierra’, se encuentra en muchos neologismos, como Geografía (Ge/graphos, escribir sobre la Tierra) y Geología (Ge/logos, palabras sobre la Tierra). *Ge es una palabra sustrato pregriega que algunos relacionan con la sumeria Ki, que también significa ‘Tierra’. *Aia es un derivado de una raíz indoeuropea que significa ‘abuela’. Por tanto, la etimología completa de Gaya parecería haber sido ‘abuela Tierra’.
La creencia en una Madre Tierra nutricia es a menudo una característica del moderno culto neopagano a la «Diosa», que suele ser vinculado por los practicantes de esta religión con la teoría de la diosa neolítica.
La llegada de los dioses del Olimpo con los inmigrantes al Egeo durante el II milenio a. C., y la en ocasiones violenta lucha por suplantar a Gea, imbuye a la mitología griega de su característica tensión. Ecos de la fuerza de Gea persisten en la mitología de la Grecia clásica, donde sus papeles están divididos entre Hera, consorte de Zeus, Deméter, Artemisa, gemela y esposa de Apolo, y Atenea.
Hiperion
En la mitología griega, Hiperión (en griego antiguo Ὑπερίων Hyperíôn,
‘el que vive arriba’ o ‘el que mira desde arriba’) es un Titán, hijo de
Urano (el Cielo) y Gea (la Tierra).
En la Ilíada de Homero, el dios sol se llamaba Helios Hyperion (‘Sol en lo más alto’), pero en la Odisea, la Teogonía de Hesíodo y el himno homérico a Deméter el sol recibe el nombre de Hyperonides (‘hijo de Hiperión’), y ciertamente Hesíodo imaginaba a Hiperión como un ser separado de Helios en otras obras. De hecho, algunos traducen «Hiperión» como ‘el que aparece antes que el Sol’. En la literatura griega posterior Hiperión siempre se distingue de Helios.
Hiperión es considerado a menudo el dios de la observación, y su hermana Tea la diosa de la vista.
Sus tres hijos eran notables por su belleza y virtud, lo que atrajo sobre Hiperión los celos de los otros Titanes. Éstos, conspirando entre ellos, convinieron matar a Hiperión y ahogar a sus hijos.
Hiperión desempeña un papel virtualmente nulo en los cultos griegos y muy pequeño en la mitología, con la excepción de aparecer en la lista de los doce Titanes. Autores griegos posteriores intelectualizaron sus mitos:
De Hiperión se nos dice que fue el primero en entender, por su diligente atención y observación, el movimiento del sol, la luna y las demás estrellas, así como de las estaciones, que están provocadas por estos cuerpos, y dar a conocer estos hechos a los demás; y por esta razón fue llamado padre de estos cuerpos, pues había engendrado, por así decirlo, la especulación sobre ellos y su naturaleza.
Helios
En la mitología griega, Helios (en griego antiguo Ἥλιος Hếlios, ‘sol’) es la personificación del Sol. Hesíodo[1] y el himno homérico lo identifican con un hijo de los titanes Hiperión y Tea (Hesíodo) o Eurifaesa (himno homérico) y hermano de las diosas Selene, la luna, y Eos, la aurora. Sin embargo, Homero le llama a menudo simplemente Titán o Hiperión.
Helios era imaginado como un hermoso dios coronado con la brillante aureola del sol, que conducía un carro por el cielo cada día hasta el Océano que circundaba la tierra y regresaba por éste hacia el este por la noche. Homero describe el carro de Helios como tirado por toros solares;más tarde Píndaro lo escribió que por «corceles que arrojaban fuego».Posteriormente, los caballos recibieron fogosos nombres: Flegonte (‘ardiente’), Aetón (‘resplandeciente’), Pirois (‘ígneo’) y Éoo (‘amanecer’).
A medida que pasó el tiempo, Helios fue cada vez más identificado con el dios de la luz, Apolo. Su equivalente en la mitología romana era Sol, y específicamente Sol Invictus.
La historia más conocida sobre Helios es la de su hijo Faetón, que intentó conducir el carro de su padre por el cielo pero perdió el control e incendió la Tierra.
A veces se aludía a Helios con el epíteto homérico Panoptes (‘el que ve todo’). En la historia narrada en la mansión de Alcínoo en la Odisea, Afrodita, la esposa de Hefesto, se acostaba en secreto con Ares, pero Helios, el señor del sol que todo lo ve, los espió y se lo dijo a Hefesto, quien para castigarlos atrapó a los dos amantes en unas redes tan finas que resultaban invisibles.
En la Odisea, Odiseo y su tripulación superviviente desembarcan en una isla, Trinacia, consagrada al dios sol, al que Circe llama Hiperión en vez de Helios. Allí se guardaba el sagrado ganado rojo del sol:
Llegarás más tarde a la isla de Trinacia, donde pacen las muchas vacas y pingües ovejas de Helios. Siete son las vacadas, otras tantas las hermosas greyes de ovejas, y cada una está formada por cincuenta cabezas. Dicho ganado no se reproduce ni muere y son sus pastoras dos deidades, dos ninfas de hermosas trenzas: Faetusa y Lampecia; las cuales concibió de Helios Hiperión la divina Neera. La venerada madre, después que las dio a luz y las hubo criado, llevólas a la isla de Trinacia, allá muy lejos, para que guardaran las ovejas de su padre y las vacas de retorcidos cuernos.
Aunque Odiseo advirtió a sus hombres para que no lo hicieran, éstos mataron y comieron impíamente algunas cabezas del ganado. Las guardianas de la isla, hijas de Helios, se lo dijeron a su padre. Helios, sin embargo, apeló a Zeus, quien destruyó el barco y mató a todos los hombres salvo a Odiseo.
En una vasija pintada griega, Helios aparece cruzando el mar en la copa del trípode délfico, lo que parece ser una referencia solar. En los Deipnosofistas, Ateneo contaba que, al ponerse el sol, Helios subía a una gran copa dorada en la que pasaba desde las Hespérides en el extremo occidental hasta la tierra de los etíopes, con quienes permanecía las horas de oscuridad. Cuando Heracles viajó a Eritia para cobrarse el ganado de Gerión, cruzó el desierto libio y quedó tan frustrado por el calor que disparó una flecha a Helios, el sol. Helios le rogó que parase y Heracles pidió a cambio la copa dorada que Helios usaba para cruzar el mar cada noche, de oeste a este. Heracles usó esta copa dorada para llegar a Eritia.
Con la oceánide Perseis, Helios fue el padre de Eetes, Circe y Pasífae. Sus otros hijos son Faetusa (‘radiante’) y Lampecia (‘brillante’).
Helios es identificado a veces con Apolo: «Nombres diferentes pueden aludir al mismo ser,» observa Walter Burkert, «o bien pueden ser conscientemente igualados, como en el caso de Apolo y Helios.»En Homero Apolo es identificado claramente como un dios diferente, relacionado con las plagas, con un arco plateado (no dorado) y sin características solares.
La primera referencia segura a Apolo identificado con Helios aparece en los fragmentos conservados de la obra de Eurípides Faetón, en un discurso cerca del final,cuando Clímene, la madre de Faetón, lamenta que Helios haya destruido a su hijo, el Helios al que los hombres llaman justamente Apolo (entendiéndose aquí que el nombre significa Apolón, ‘destructor’).
Para la época helenística Apolo había pasado a estar estrechamente relacionado con el sol en los cultos. Su epíteto Febo (‘brillante’), tomado prestado de Helios, sería más tarde aplicado también por los poetas latinos al dios Sol.
La identificación se hizo común en textos filosóficos y aparece en las obras de Parménides, Empédocles, Plutarco y Crates de Tebas entre otros, así como en algunos textos órficos.
A pesar de estas identificaciones, Apolo nunca fue descrito en realidad por los poetas griegos conduciendo el carro del sol, si bien era una práctica habitual entre los poetas latinos.
Consortes y descendencia
* Clímene
o Faetón
o Helíades:
+ Dioxipe
+ Egiale
+ Eteria
+ Febe
+ Helia
+ Mérope
* Egle
o Cárites:
+ Aglaya
+ Eufrósine
+ Talía
* Mérope
* Neera
o Faetusa
o Lampecia
* Rodo
o Electriona
o Helíadas:
+ Actis
+ Cándalo
+ Cércafo
+ Macareo
+ Óquimo
+ Ténages
+ Triopas
* Perseis
o Circe
o Eetes
o Pasífae
Eoe
Eos en la literatura griega Como diosa de la aurora, Eos abría las puertas del infierno con «sonrosados dedos»[para que Helios pudiera conducir su carro por el cielo cada día. En la Ilíada de Homero, su toga de color azafrán está bordada o tejida con flores; con dedos sonrosados y brazos dorados, era representada en vasijas áticas como una mujer sobrenaturalmente hermosa, coronada con una tiara o diadema y con largas alas con plumas blancas de pájaro:
Eos, de azafranado velo, se levantaba de la corriente del Océano para llevar la luz a los dioses y a los hombres, cuando Tetis llegó a las naves con la armadura que Hefesto le entregara.
cuando por décima vez apuntó Eos, que trae la luz a los mortales, sacaron, con los ojos preñados de lágrimas, el cadáver del audaz Héctor, lo pusieron en lo alto de la pira, y le prendieron fuego.
Quinto de Esmirna la representaba exultante en su corazón sobre los resplandecientes caballos (Lampo y Faetonte) que tiraban de su carro, entre las Horas de brillante pelo, subiendo el arco del cielo y esparciendo chispas de fuego.
Con frecuencia se le asocia con el epíteto homérico Rododáctila (‘de sonrosados dedos’), si bien Homero también la llama Eos Erigenia: «La más brillante de las estrellas apareció, Eósforo, que casi siempre anuncia la luz de la Aurora que pronto sale (Eos Erigenia).»
También emplea este epíteto Hesíodo: «Y tras estos Erigenia (‘que nace pronto’) engendró la estrella Eósforo (‘que trae la aurora’) y las brillantes estrellas con las que el cielo está coronado.»
Por tanto Eos, precedida por el lucero del alba (Venus), es considerada el origen de todas las estrellas y planetas, siendo sus lágrimas las creadoras del rocío matutino, personificado por Ersa o Herse.
Selene
En la Ilíada de Homero, el dios sol se llamaba Helios Hyperion (‘Sol en lo más alto’), pero en la Odisea, la Teogonía de Hesíodo y el himno homérico a Deméter el sol recibe el nombre de Hyperonides (‘hijo de Hiperión’), y ciertamente Hesíodo imaginaba a Hiperión como un ser separado de Helios en otras obras. De hecho, algunos traducen «Hiperión» como ‘el que aparece antes que el Sol’. En la literatura griega posterior Hiperión siempre se distingue de Helios.
Hiperión es considerado a menudo el dios de la observación, y su hermana Tea la diosa de la vista.
Sus tres hijos eran notables por su belleza y virtud, lo que atrajo sobre Hiperión los celos de los otros Titanes. Éstos, conspirando entre ellos, convinieron matar a Hiperión y ahogar a sus hijos.
Hiperión desempeña un papel virtualmente nulo en los cultos griegos y muy pequeño en la mitología, con la excepción de aparecer en la lista de los doce Titanes. Autores griegos posteriores intelectualizaron sus mitos:
De Hiperión se nos dice que fue el primero en entender, por su diligente atención y observación, el movimiento del sol, la luna y las demás estrellas, así como de las estaciones, que están provocadas por estos cuerpos, y dar a conocer estos hechos a los demás; y por esta razón fue llamado padre de estos cuerpos, pues había engendrado, por así decirlo, la especulación sobre ellos y su naturaleza.
Helios
En la mitología griega, Helios (en griego antiguo Ἥλιος Hếlios, ‘sol’) es la personificación del Sol. Hesíodo[1] y el himno homérico lo identifican con un hijo de los titanes Hiperión y Tea (Hesíodo) o Eurifaesa (himno homérico) y hermano de las diosas Selene, la luna, y Eos, la aurora. Sin embargo, Homero le llama a menudo simplemente Titán o Hiperión.
Helios era imaginado como un hermoso dios coronado con la brillante aureola del sol, que conducía un carro por el cielo cada día hasta el Océano que circundaba la tierra y regresaba por éste hacia el este por la noche. Homero describe el carro de Helios como tirado por toros solares;más tarde Píndaro lo escribió que por «corceles que arrojaban fuego».Posteriormente, los caballos recibieron fogosos nombres: Flegonte (‘ardiente’), Aetón (‘resplandeciente’), Pirois (‘ígneo’) y Éoo (‘amanecer’).
A medida que pasó el tiempo, Helios fue cada vez más identificado con el dios de la luz, Apolo. Su equivalente en la mitología romana era Sol, y específicamente Sol Invictus.
La historia más conocida sobre Helios es la de su hijo Faetón, que intentó conducir el carro de su padre por el cielo pero perdió el control e incendió la Tierra.
A veces se aludía a Helios con el epíteto homérico Panoptes (‘el que ve todo’). En la historia narrada en la mansión de Alcínoo en la Odisea, Afrodita, la esposa de Hefesto, se acostaba en secreto con Ares, pero Helios, el señor del sol que todo lo ve, los espió y se lo dijo a Hefesto, quien para castigarlos atrapó a los dos amantes en unas redes tan finas que resultaban invisibles.
En la Odisea, Odiseo y su tripulación superviviente desembarcan en una isla, Trinacia, consagrada al dios sol, al que Circe llama Hiperión en vez de Helios. Allí se guardaba el sagrado ganado rojo del sol:
Llegarás más tarde a la isla de Trinacia, donde pacen las muchas vacas y pingües ovejas de Helios. Siete son las vacadas, otras tantas las hermosas greyes de ovejas, y cada una está formada por cincuenta cabezas. Dicho ganado no se reproduce ni muere y son sus pastoras dos deidades, dos ninfas de hermosas trenzas: Faetusa y Lampecia; las cuales concibió de Helios Hiperión la divina Neera. La venerada madre, después que las dio a luz y las hubo criado, llevólas a la isla de Trinacia, allá muy lejos, para que guardaran las ovejas de su padre y las vacas de retorcidos cuernos.
Aunque Odiseo advirtió a sus hombres para que no lo hicieran, éstos mataron y comieron impíamente algunas cabezas del ganado. Las guardianas de la isla, hijas de Helios, se lo dijeron a su padre. Helios, sin embargo, apeló a Zeus, quien destruyó el barco y mató a todos los hombres salvo a Odiseo.
En una vasija pintada griega, Helios aparece cruzando el mar en la copa del trípode délfico, lo que parece ser una referencia solar. En los Deipnosofistas, Ateneo contaba que, al ponerse el sol, Helios subía a una gran copa dorada en la que pasaba desde las Hespérides en el extremo occidental hasta la tierra de los etíopes, con quienes permanecía las horas de oscuridad. Cuando Heracles viajó a Eritia para cobrarse el ganado de Gerión, cruzó el desierto libio y quedó tan frustrado por el calor que disparó una flecha a Helios, el sol. Helios le rogó que parase y Heracles pidió a cambio la copa dorada que Helios usaba para cruzar el mar cada noche, de oeste a este. Heracles usó esta copa dorada para llegar a Eritia.
Con la oceánide Perseis, Helios fue el padre de Eetes, Circe y Pasífae. Sus otros hijos son Faetusa (‘radiante’) y Lampecia (‘brillante’).
Helios es identificado a veces con Apolo: «Nombres diferentes pueden aludir al mismo ser,» observa Walter Burkert, «o bien pueden ser conscientemente igualados, como en el caso de Apolo y Helios.»En Homero Apolo es identificado claramente como un dios diferente, relacionado con las plagas, con un arco plateado (no dorado) y sin características solares.
La primera referencia segura a Apolo identificado con Helios aparece en los fragmentos conservados de la obra de Eurípides Faetón, en un discurso cerca del final,cuando Clímene, la madre de Faetón, lamenta que Helios haya destruido a su hijo, el Helios al que los hombres llaman justamente Apolo (entendiéndose aquí que el nombre significa Apolón, ‘destructor’).
Para la época helenística Apolo había pasado a estar estrechamente relacionado con el sol en los cultos. Su epíteto Febo (‘brillante’), tomado prestado de Helios, sería más tarde aplicado también por los poetas latinos al dios Sol.
La identificación se hizo común en textos filosóficos y aparece en las obras de Parménides, Empédocles, Plutarco y Crates de Tebas entre otros, así como en algunos textos órficos.
A pesar de estas identificaciones, Apolo nunca fue descrito en realidad por los poetas griegos conduciendo el carro del sol, si bien era una práctica habitual entre los poetas latinos.
Consortes y descendencia
* Clímene
o Faetón
o Helíades:
+ Dioxipe
+ Egiale
+ Eteria
+ Febe
+ Helia
+ Mérope
* Egle
o Cárites:
+ Aglaya
+ Eufrósine
+ Talía
* Mérope
* Neera
o Faetusa
o Lampecia
* Rodo
o Electriona
o Helíadas:
+ Actis
+ Cándalo
+ Cércafo
+ Macareo
+ Óquimo
+ Ténages
+ Triopas
* Perseis
o Circe
o Eetes
o Pasífae
Eoe
Eos en la literatura griega Como diosa de la aurora, Eos abría las puertas del infierno con «sonrosados dedos»[para que Helios pudiera conducir su carro por el cielo cada día. En la Ilíada de Homero, su toga de color azafrán está bordada o tejida con flores; con dedos sonrosados y brazos dorados, era representada en vasijas áticas como una mujer sobrenaturalmente hermosa, coronada con una tiara o diadema y con largas alas con plumas blancas de pájaro:
Eos, de azafranado velo, se levantaba de la corriente del Océano para llevar la luz a los dioses y a los hombres, cuando Tetis llegó a las naves con la armadura que Hefesto le entregara.
cuando por décima vez apuntó Eos, que trae la luz a los mortales, sacaron, con los ojos preñados de lágrimas, el cadáver del audaz Héctor, lo pusieron en lo alto de la pira, y le prendieron fuego.
Quinto de Esmirna la representaba exultante en su corazón sobre los resplandecientes caballos (Lampo y Faetonte) que tiraban de su carro, entre las Horas de brillante pelo, subiendo el arco del cielo y esparciendo chispas de fuego.
Con frecuencia se le asocia con el epíteto homérico Rododáctila (‘de sonrosados dedos’), si bien Homero también la llama Eos Erigenia: «La más brillante de las estrellas apareció, Eósforo, que casi siempre anuncia la luz de la Aurora que pronto sale (Eos Erigenia).»
También emplea este epíteto Hesíodo: «Y tras estos Erigenia (‘que nace pronto’) engendró la estrella Eósforo (‘que trae la aurora’) y las brillantes estrellas con las que el cielo está coronado.»
Por tanto Eos, precedida por el lucero del alba (Venus), es considerada el origen de todas las estrellas y planetas, siendo sus lágrimas las creadoras del rocío matutino, personificado por Ersa o Herse.
Selene
En la mitología griega, Selene (en griego antiguo Σελήνη Selếnê) era
una antigua diosa lunar, hija de los titanes Hiperión y Tea. Su
equivalente en la mitología romana era la diosa Luna, quien tenía un
templo en el monte Aventino construido en el siglo VI a. C. que fue
destruido en el gran incendio de Roma en tiempos de Nerón.
El de diosa lunar es invariablemente un papel principal. Si su nombre es griego, está conectado con selas, «luz».Selene terminó siendo suplantada en buena medida por Artemisa, de forma que los escritores posteriores la describían como una hija de Zeus o de Palas. En el himno homérico a Hermes, con su patrilinealidad característicamente insistente, es la «brillante Selene, hija de Palas, hijo de Megamedes.»
En la genealogía divina tradicional, Helios, el sol, es su hermano: después de que éste termine su viaje a través del cielo, Selene comienza el suyo cuando la noche cae sobre la tierra. Su hermana Eos es la diosa de la aurora, quien también tuvo un amante humano, Céfalo.
El de diosa lunar es invariablemente un papel principal. Si su nombre es griego, está conectado con selas, «luz».Selene terminó siendo suplantada en buena medida por Artemisa, de forma que los escritores posteriores la describían como una hija de Zeus o de Palas. En el himno homérico a Hermes, con su patrilinealidad característicamente insistente, es la «brillante Selene, hija de Palas, hijo de Megamedes.»
En la genealogía divina tradicional, Helios, el sol, es su hermano: después de que éste termine su viaje a través del cielo, Selene comienza el suyo cuando la noche cae sobre la tierra. Su hermana Eos es la diosa de la aurora, quien también tuvo un amante humano, Céfalo.
Ceo
En la mitología griega, Ceo (en griego antiguo Κοῖος Koĩos,
‘inteligencia’, ‘inquisitividad’) era el Titán de la inteligencia. Los
titanes eran los hijos gigantes de Urano (Cielo) y Gea (Tierra).
Con su hermana Febe, titánide del brillo y la luna, Ceo fue padre de Leto y Asteria. De Zeus (hijo de Crono y Rea), Leto engendró a Artemisa y Apolo.
Ceo representaba la adivinación por las estrellas, así como el eje norte del cielo alrededor del cual giraban las estrellas, que recibió el nombre de Polo por él (Πολος Polos era uno de los epítetos de Ceo).
Junto con su esposa, que representaba el centro de la Tierra (entendida como un disco plano), despuntó como uno de los primeros dioses proféticos, siendo Ceo el portavoz de la sabiduría de su padre Urano y Febe la de su madre Gea. En este sentido sus dos hijas representaban las dos ramas de la clarividencia: Leto y su hijo Apolo presiden el poder profético de la luz y el cielo, mientras que Asteria y su hija Hécate lo hacen del de la noche, la oscuridad ctónica y los espíritus de los muertos. Asimismo Apolo dividía su tiempo entre el oráculo de Delfos, en el centro de la Tierra que presidía su abuela y, durante el invierno, en las regiones hiperbóreas, cercanas al polo que representaba su abuelo Ceo. Ambos lugares estaban custodiados por dragones, Pitón en Delfos y la constelación de Draco en el norte axial, pudiendo éstos representar a la pareja de Titanes. Según esta versión Ceo sería el dragón que Atenea lanzó al firmamento durante la citada titanomaquia.
Con los demás titanes, Ceo fue derrocado por Zeus y los demás olímpicos, que lo encerraron en el Tártaro.
Leto
En la mitología griega, Leto (en griego antiguo Λητώ Lêtố, en dórico Lato, ‘la oculta’) es una hija de los titanes Ceo y Febe y, en el panteón olímpico, madre con Zeus de los gemelos Apolo y Artemisa.[2] En la mitología romana su equivalente, como madre de Apolo y Diana, es Latona. Con su hermana Asteria, fue venerada como diosa de la noche y alternativamente de la luz del día.
Asteria
Con su hermana Febe, titánide del brillo y la luna, Ceo fue padre de Leto y Asteria. De Zeus (hijo de Crono y Rea), Leto engendró a Artemisa y Apolo.
Ceo representaba la adivinación por las estrellas, así como el eje norte del cielo alrededor del cual giraban las estrellas, que recibió el nombre de Polo por él (Πολος Polos era uno de los epítetos de Ceo).
Junto con su esposa, que representaba el centro de la Tierra (entendida como un disco plano), despuntó como uno de los primeros dioses proféticos, siendo Ceo el portavoz de la sabiduría de su padre Urano y Febe la de su madre Gea. En este sentido sus dos hijas representaban las dos ramas de la clarividencia: Leto y su hijo Apolo presiden el poder profético de la luz y el cielo, mientras que Asteria y su hija Hécate lo hacen del de la noche, la oscuridad ctónica y los espíritus de los muertos. Asimismo Apolo dividía su tiempo entre el oráculo de Delfos, en el centro de la Tierra que presidía su abuela y, durante el invierno, en las regiones hiperbóreas, cercanas al polo que representaba su abuelo Ceo. Ambos lugares estaban custodiados por dragones, Pitón en Delfos y la constelación de Draco en el norte axial, pudiendo éstos representar a la pareja de Titanes. Según esta versión Ceo sería el dragón que Atenea lanzó al firmamento durante la citada titanomaquia.
Con los demás titanes, Ceo fue derrocado por Zeus y los demás olímpicos, que lo encerraron en el Tártaro.
Leto
En la mitología griega, Leto (en griego antiguo Λητώ Lêtố, en dórico Lato, ‘la oculta’) es una hija de los titanes Ceo y Febe y, en el panteón olímpico, madre con Zeus de los gemelos Apolo y Artemisa.[2] En la mitología romana su equivalente, como madre de Apolo y Diana, es Latona. Con su hermana Asteria, fue venerada como diosa de la noche y alternativamente de la luz del día.
Asteria
En la mitología griega, Asteria (del griego αστερια, ‘estrella’) era el nombre de al menos tres personajes diferentes:
1. Una titánide, hija de Ceo y Febe. Perseguida por Zeus, que intentaba tomarla, se arrojó al mar para escapar de él. Así se convirtió en la isla errante llamada por unos Asteria y por otros Ortigia. Más adelante se le cambió el nombre por el de Delos. Alternativamente, se transformó en codorniz para evitar a Zeus. Algunos autores la consideran madre de Hécate con el titán Perses.
2. La sexta de las Amazonas a la que Heracles mató cuando fue a buscar el cinturón de Hipólita. Las Amazonas (de las que Hipólita era la reina) sabían que Heracles era invencible pero aun así lucharon contra él.
3. Una hija de Deyón y Diomede, que se convirtió en esposa de Foco y en madre de Panopeo y Criso.
1. Una titánide, hija de Ceo y Febe. Perseguida por Zeus, que intentaba tomarla, se arrojó al mar para escapar de él. Así se convirtió en la isla errante llamada por unos Asteria y por otros Ortigia. Más adelante se le cambió el nombre por el de Delos. Alternativamente, se transformó en codorniz para evitar a Zeus. Algunos autores la consideran madre de Hécate con el titán Perses.
2. La sexta de las Amazonas a la que Heracles mató cuando fue a buscar el cinturón de Hipólita. Las Amazonas (de las que Hipólita era la reina) sabían que Heracles era invencible pero aun así lucharon contra él.
3. Una hija de Deyón y Diomede, que se convirtió en esposa de Foco y en madre de Panopeo y Criso.
Japeto
En la mitología griega, Jápeto (en griego antiguo Ίαπετός Iapetós), era
un titán hijo de Urano y Gea. Fue padre de Atlas, Prometeo (a través de
quien sería ancestro de la raza humana), Epimeteo y Menecio, a quien
Zeus mataría en la Titanomaquia. Sus descendientes son a menudo llamados
por las formas patronímicas Japétidas o Japetónidas.
Prometeo
Epimeteo
Atlas
En la mitología griega, Menecio (en griego antiguo Μενοίτιος Menoítios) es el nombre de varios personajes.
Menecio
Prometeo
En la mitología griega, Prometeo (en griego antiguo Προμηθεύς,
‘previsión’, ‘prospección’) es el Titán amigo de los mortales, honrado
principalmente por robar el fuego de los dioses en el tallo de una
cañaheja, darlo a los humanos para su uso y ser castigado por este
motivo.
Epimeteo
En la mitología griega Epimeteo (en griego antiguo Ἐπιμηθεύς
Epimêtheús, ‘que reflexiona más tarde’) era hijo del titán Jápeto y de
la oceánide Clímene (hija de Océano y de Tetis), y hermano de Prometeo,
Atlas y Menecio. A diferencia de su hermano Prometeo (quien podía ver el
futuro), este veía con retraso cosas que ya habían acontecido.
Unido a Pandora, tuvo una hija, Pirra la roja, que unida a Deucalión (hijo de Prometeo) fueron los padres del género humano tras el diluvio.
Unido a Pandora, tuvo una hija, Pirra la roja, que unida a Deucalión (hijo de Prometeo) fueron los padres del género humano tras el diluvio.
Atlas
En la mitología griega, Atlas o Atlante (en griego antiguo Ἄτλας, ‘el
portador’, de τλάω tláô, ‘portar’, ‘soportar’) era un joven titán al que
Zeus condenó a cargar sobre sus hombros con los pilares que mantenían
la tierra separada de los cielos. Era hijo de Jápeto y la ninfa Clímene
(en otras versiones, de Asia) y hermano de Prometeo, Epimeteo y Menecio.
Higino, sin embargo, lo hace hijo de Gea y Éter o Urano, aunque el
texto del Prefacio, donde hace esta afirmación, está algo corrompido.
Fue el padre de las Hespérides (con Hesperis), Mera, las Híades, Calipso
y las Pléyades.
La etimología del nombre Atlas es incierta y sigue discutiéndose: algunos lo derivan de la raíz protoindoeuropea *tel, ‘sostener’, ‘soportar’, mientras otros sugieren que es un nombre preindoeuropeo. Dado que las montañas Atlas están en una región habitada por bereberes, podría ser que el nombre latino tal como lo conocemos fuese tomado del bereber. De hecho, el sol es llamado a menudo ‘el ojo del cielo’ (Tit), y dado que se pone por el oeste, el océano Atlántico puede ser llamado ‘el lugar de ocultación del sol’ o Antal n Tit. Los griegos podrían haber tomado prestado este nombre para el océano, y usado más tarde su raíz atl- para formar el nombre «Atlas».
Atlas se casó con Hesperis, hija de su hermano Héspero, con la que tuvo a las seis Hespérides, también llamadas Atlántides. La familia poseía rebaños de hermosas ovejas de color dorado. Busiris, el cruel rey de Egipto, envió piratas a raptar a las Hespérides. Mientras éstos estaban de camino, Heracles llegó a Egipto y, por otras razones, mató a Busiris. Mientras tanto, los piratas secuestraron a las muchachas mientras éstas jugaban en un jardín, y se marcharon con ellas. Desafortunadamente para ellos, Heracles les encontró mientras comían en una playa. Tras saber por las Hespérides lo que ocurría, mató a todos los piratas y devolvió a las muchachas a su padre Atlas, quien como recompensa le dio las ovejas de oro (adviértase que en griego μήλο mēlo puede significar ‘oveja’ o ‘manzana’) que le había pedido el rey Euristeo de Micenas.
Atlas sigue siendo un icono frecuentemente usado en la cultura y publicidad occidentales como símbolo de fuerza o resistencia estoica. En estas representaciones contemporáneas, se le suele mostrar agachado con una rodilla en el suelo mientras sujeta un enorme globo terráqueo sobre sus hombros y espalda, imagen que no se corresponde a la antigua concepción griega del titán que sujetaba las columnas sobre las que se apoyaba el cielo.
Esta costumbre de representar a Atlas con la tierra sobre el cuello hizo que se diese su nombre a la primera vértebra del cuello.
La etimología del nombre Atlas es incierta y sigue discutiéndose: algunos lo derivan de la raíz protoindoeuropea *tel, ‘sostener’, ‘soportar’, mientras otros sugieren que es un nombre preindoeuropeo. Dado que las montañas Atlas están en una región habitada por bereberes, podría ser que el nombre latino tal como lo conocemos fuese tomado del bereber. De hecho, el sol es llamado a menudo ‘el ojo del cielo’ (Tit), y dado que se pone por el oeste, el océano Atlántico puede ser llamado ‘el lugar de ocultación del sol’ o Antal n Tit. Los griegos podrían haber tomado prestado este nombre para el océano, y usado más tarde su raíz atl- para formar el nombre «Atlas».
Atlas se casó con Hesperis, hija de su hermano Héspero, con la que tuvo a las seis Hespérides, también llamadas Atlántides. La familia poseía rebaños de hermosas ovejas de color dorado. Busiris, el cruel rey de Egipto, envió piratas a raptar a las Hespérides. Mientras éstos estaban de camino, Heracles llegó a Egipto y, por otras razones, mató a Busiris. Mientras tanto, los piratas secuestraron a las muchachas mientras éstas jugaban en un jardín, y se marcharon con ellas. Desafortunadamente para ellos, Heracles les encontró mientras comían en una playa. Tras saber por las Hespérides lo que ocurría, mató a todos los piratas y devolvió a las muchachas a su padre Atlas, quien como recompensa le dio las ovejas de oro (adviértase que en griego μήλο mēlo puede significar ‘oveja’ o ‘manzana’) que le había pedido el rey Euristeo de Micenas.
Atlas sigue siendo un icono frecuentemente usado en la cultura y publicidad occidentales como símbolo de fuerza o resistencia estoica. En estas representaciones contemporáneas, se le suele mostrar agachado con una rodilla en el suelo mientras sujeta un enorme globo terráqueo sobre sus hombros y espalda, imagen que no se corresponde a la antigua concepción griega del titán que sujetaba las columnas sobre las que se apoyaba el cielo.
Esta costumbre de representar a Atlas con la tierra sobre el cuello hizo que se diese su nombre a la primera vértebra del cuello.
En la mitología griega, Menecio (en griego antiguo Μενοίτιος Menoítios) es el nombre de varios personajes.
Menecio
era un titán, hijo de Jápeto y Clímene o Asia, y hermano por tanto de
Atlas, Prometeo y Epimeteo. Murió alcanzado por un rayo que le lanzó
Zeus en la Titanomaquia y fue encerrado en el Tártaro.
En Hesíodo
En la Teogonía de Hesíodo los doce Titanes siguen a los Hecatónquiros y los Cíclopes como grupo de hijos menores de Urano y Gea: Más tarde yació con Urano y trajo a Océano el de profundos remolinos, a Ceo y
Crío e Hiperión y Jápeto, a Tea y Rea, a Temis y Mnemósine y a Febe la de dorada
corona y a la encantadora Tetis. Tras ellos nació el astuto Crono, el
benjamín y más terrible de sus hijos, y éste odió a su vigoroso padre.
Urano mantuvo a todos los hijos de Gea atrapados en su vientre, y ésta gemía del esfuerzo. Finalmente Crono, el menor de ellos, se ofreció a atacar a su padre, le castró, y liberó así a los hijos de Gea, proclamándose rey de los titanes, con Rea como su esposa y reina.
Rea engendró con Crono una nueva generación de dioses, pero éste, temeroso de que algún día le derrocasen, los tragó enteros uno a uno. Sin embargo, ésta logró esconder a su sexto y último hijo, Zeus, dándole a tragar en su lugar a Crono un potro y una roca envuelta en pañales, respectivamente, que éste tragó confiado, y escondió a Zeus en Creta, protegido por los Curetes.
Cuando Zeus se hizo adulto, sometió a Crono por la astucia más que por la fuerza, usando un emético preparado con la ayuda de Gea, su abuela, que le obligó a vomitar a sus hermanos. Comenzó entonces una guerra entre los dioses más jóvenes y los mayores, en la que Zeus fue ayudado por los Hecatónquiros, los Gigantes y los Cíclopes, quienes una vez más habían sido liberados del Tártaro. Zeus venció tras una larga lucha y encerró a los Titanes que se le habían enfrentado en el Tártaro.
A pesar de ello los titanes mayores dejaron su huella en el mundo: Océano siguió circundando el mundo, y el nombre de la ‘brillante’ Febe fue añadido como epíteto a Apolo, «Apolo Febo». Algunos de ellos no habían luchado contra los olímpicos y se convirtieron en piezas clave del nuevo gobierno: Mnemósine como Musa, Rea, Hiperión, Temis (o ‘ley de la naturaleza’) y Metis.
Estos mitos griegos de la Titanomaquia caen dentro de una clase de mitos similares presentes en Europa y Oriente Próximo, donde una generación o grupo de dioses se enfrenta a los dominantes. A veces éstos son suplantados. Otras los rebeldes pierden y son totalmente apartados del poder o bien incorporados al panteón. Otros ejemplos serían las guerras de los Ases con los Vanir y los Jotunos en la mitología escandinava, el épico Enuma Elish babilónico, la narración hitita del «Reino del Cielo» y el oscuro conflicto generacional de los fragmentos ugaritas.
Otro mito acerca de los Titanes no mencionado por Hesíodo gira en torno a Dioniso. En un momento determinado de su reinado, Zeus decidió ceder el trono en favor del infante Dioniso, que como Zeus a su edad era protegido por los Curetes. Los Titanes decidieron matar al niño y reclamar el trono para ellos: se pintaron las caras de blanco con yeso, distrajeron a Dioniso con juguetes, y entonces lo despedazaron, y cocieron y asaron sus miembros, dándose un festín con ellos, mientras que de la sangre de la víctima nacía un granado. Zeus, enfurecido, castigó a los Titanes fulminándolos con sus rayos. Atenea guardaba el corazón del niño en un muñeco de yeso, a partir del cual Zeus hizo a un nuevo Dioniso. Esta historia es narrada por los poetas Calímaco y Nono, que llaman a este Dioniso «Zagreo», y también en cierto número de textos órficos, en los que no se usa tal nombre.
Una variación de esta historia, recogida por el filósofo neoplatónico Olimpiodoro, ya en la era cristiana, dice que la humanidad surgió del humo grasiento que despedían los cadáveres de los Titanes al arder, muertos por el rayo de Zeus. Otros escritores anteriores insinúan por el contrario que la humanidad nació de la sangre derramada por los Titanes en su guerra contra los Olímpicos.
Píndaro, Platón y Opiano se referían sin pensárselo dos veces a la «naturaleza titánica» del hombre. Que esto se refiera a algún tipo de «pecado original» enraizado en el asesinato de Dioniso sigue siendo objeto de acalorado debate por parte de los mitógrafos.
Primera generación
La primera generación de Titanes, hijos de Urano y Gea, está formada por:
* Titanes:
o Océano, el río que circundaba el mundo.
o Ceo, titán de la inteligencia.
o Crío, dios de los rebaños y las manadas, esposo de Euribia (hija de Ponto) y padre de Palas.
o Hiperión, el fuego astral.
o Jápeto, esposo de la oceánide Clímene y padre de Prometeo, ancestro de la raza humana.
o Crono, el más joven, que destronó a Urano y fue rey de los dioses.
* Titánides:
o Febe, la de la corona de oro.
o Mnemósine, personificación de la memoria y madre de las Musas con Zeus.
o Rea, reina de los dioses con Crono.
o Temis, encarnación del orden divino, las leyes y las costumbres, y madre de las Horas y las Moiras con Zeus.
o Tetis, diosa del mar.
o Tea, diosa de la vista.
Algunos autores consideran también parte de esta generación a Dione, si bien otros la consideran una oceánide.
El matrimonio entre hermanos era corriente en la mitología griega, y varios Titanes y Titánides se unieron, engendrando una segunda generación de Titanes:
* Océano y Tetis engendraron las ninfas Oceánides, los ríos (Oceánidas) y manantiales.
* Hiperión y Tea a Helios (el sol), Selene (la luna) y Eos (la aurora).
* Ceo y Febe a dos hijas, Lete y Asteria.
* Crono y Rea formaron la pareja más importante, pues fueron los reyes de los dioses, y tuvieron seis hijos:
o Hestia, diosa del hogar.
o Hera, diosa de la fidelidad y el matrimonio, reina del Olimpo.
o Hades, dios del inframundo.
o Deméter, diosa de la agricultura.
o Poseidón, dios de los océanos.
o Zeus, dios supremo, rey de todos los dioses del Olimpo.
Segunda generación
Por extensión, se conoce también con el nombre de Titanes a algunos de los descendientes de los de primera generación:
* Asteria, hija de Ceo y Febe.
* Astrea, diosa de la justicia, predecesora de Dice.
* Astreo, padre de los vientos y las estrellas errantes.
* Atlas, castigado a sostener sobre sus hombros con los pilares que mantenían la tierra separada de los cielos.
* Eos, la aurora.
* Eósforo, la estrella de la mañana y de la tarde (Venus).
* Epimeteo, hermano de Prometeo, progenitores de la humanidad.
* Helios, el sol.
* Leto, madre de Apolo y Artemisa.
* Menecio, hijo de Jápeto y Asia.
* Palas, dios de la sabiduría.
* Perses, hijo de Crío y Euribia.
* Prometeo, el amigo de los mortales que robó el fuego de los dioses.
* Selene, diosa de la luna.
* Titán, hermano de Helios y dios (quizá) del calendario anual.
Otros miembros de la segunda generación no suelen ser llamados Titanes:
* Caanto, hermano de Melia.
* Dione y Metis, que se suelen considerar oceánides.
* Los Oceánidas o dioses-río.
* Las Oceánides, ninfas marinas.
* Pico, rey del Lacio.
* Quirón, el centauro.
Hay algunos Titanes de los que no se sabe a qué generación pertenecen:
* Ánito, uno de los que criaron a la Señora, hija de Deméter.
* Lelanto, padre con la oceánide Peribea de Aura, una cazadora frigia.
* Titanis, considerada por algunos madre de Temis.
En la mitología griega, los dioses olímpicos son los principales dioses del panteón griego, que moraban en la cima del monte Olimpo, el más alto de Grecia. Hubo, en diferentes épocas, catorce dioses diferentes reconocidos como olímpicos.
Los ayudantes de los dioses olímpicos, detalle de un bajorrelieve, sarcófago griego, c. 240 a. C. (Museo del Louvre).
Zeus, Hera, Poseidón, Ares, Hermes, Hefesto, Afrodita, Atenea, Apolo, Artemisa, Hestia, Deméter, Dioniso y Hades,aunque este último no vive en el monte Olimpo, estos 14 dioses son considerados como los dioses olímpicos. Perséfone pasaba tres meses al año en el inframundo (provocando así el invierno) y se le permitía volver al Olimpo los otros seis meses para poder estar con su madre, Deméter. Aunque Hades, su morada en el mundo subterráneo de los muertos hacía su relación con los olímpicos más delicada.
Los olímpicos ganaron su supremacía en el mundo de los dioses gracias a que Zeus llevó a sus hermanos a la victoria en la guerra contra los Titanes. Zeus, Poseidón, Deméter, Hestia, Hades y Hera eran hermanos, y esta última era también la esposa de Zeus. Todos los demás olímpicos son normalmente considerados hijos de Zeus: Ares y Hefesto con Hera, Artemisa y Apolo con Leto, Afrodita con Dione, Hermes con Maia, Dioniso con la mortal Sémele y Atenea con Metis, aunque a veces se considera que esta última nació sólo de Zeus y, como venganza, Hera engendró sola a Hefesto. Cuando Afrodita no es incluida entre los olímpicos, se considera que nació de la espuma provocada en el mar (el dios Ponto) por la sangre que derramó Crono al castrar a Urano, su padre.
Árbol genealógico de los dioses olímpicos. En los casos de Afrodita, Ares, Dioniso, Atenea, Hefesto y Urano existen otras versiones acerca de su genealogía; para este gráfico se ha tomado como modelo la versión de la Teogonía de Hesíodo. En azul, los que siempre se consideran olímpicos, en amarillo los variables, y en negro, los demás personajes. La línea continua indica relación ‘padre-hijo’ y la discontinua ‘pareja’.
* Zeus es el dios del cielo y el rayo, es el de mayor rango y el más poderoso, regidor del monte Olimpo.
* Hera es la consorte de Zeus, reina de los dioses, la diosa del matrimonio y la fidelidad y del rayo.
* Poseidón controla los mares y océanos, provoca los terremotos.
* Hades es el dios del inframundo y de los muertos sobre los que el reina.
* Deméter es la diosa de la tierra, las flores y las plantas, la comida, y la agricultura.
* Hestia es la diosa del fuego del hogar, en las celebraciones se le rendía culto antes que Zeus para bendecir los hogares de los presentes.
* Atenea es la diosa de la sabiduría, la educación y la guerra; es la protectora de los héroes y patrona de los artesanos.
* Afrodita es la diosa de amor, la belleza femenina, la pasión y la sexualidad
* Ares es el dios de la guerra, la crueldad y del asesinato.
* Artemisa es la diosa de la luna, caza, la fertilidad, los animales, la castidad y las amazonas
* Hefesto es el dios del fuego, la fragua, el trabajo manual, los artesanos y las armas.
* Apolo es el dios del sol, la danza, las artes, la música, la arquería, la prudencia, las profecías, la medicina y la belleza masculina.
* Hermes es el dios mensajero; también de la orientación, los viajeros, los pastores, los ladrones, el consuelo, las reuniones y el guía de las almas al Inframundo.
* Dioniso es el dios más joven del panteón, y el dios del vino, la naturaleza en estado salvaje y la sexualidad abierta.
Hechos dignos de mención:
* Artemisa es a menudo asociada con la luna, aunque Selene es la diosa de la luna.
* Apolo es a menudo asociado con el sol, aunque Helios es el dios del sol.
En la mitología griega Zeus (en griego antiguo Ζεύς Zeús) es el «padre de los dioses y los hombres»,que gobernaba a los dioses del monte Olimpo como un padre a una familia, de forma que incluso los que no eran sus hijos naturales se dirigían a él como tal.Era el Rey de los Dioses que supervisaba el universo. Era el dios del cielo y el trueno. Sus atributos incluyen el rayo, el águila, el toro y el roble. Además de su herencia indoeuropea, el clásico Zeus «recolector de nubes» también obtuvo ciertos rasgos iconográficos de culturas del antiguo Oriente Próximo, como el cetro. Zeus fue frecuentemente representado por los artistas griegos en dos poses: de pie, avanzando con un rayo levantado en su mano derecha, y sentado majestuosamente.
Hijo de Crono y Rea, era el más joven de sus descendientes. En la mayoría de las tradiciones aparece casado con Hera, aunque en el oráculo de Dódona su esposa era Dione, con quien según la Ilíada fue padre de Afrodita.Es conocido por sus numerosas aventuras y amantes, fruto de las cuales fueron muchas deidades y héroes, incluyendo Atenea, Apolo y Artemisa, Hermes, Perséfone, Dioniso, Perseo, Heracles, Helena, Minos y las Musas. Con Hera suele decirse que fue padre de Ares, Hebe y Hefesto.
Su equivalente en la mitología romana era Júpiter y en la etrusca, Tinia.
Cultos panhelénicos
El principal centro donde los griegos se reunían para rendir honores al rey de sus dioses era Olimpia. El festival cuatrienal que se celebraba allí incluía los famosos Juegos. Había también un altar dedicado a Zeus construido no de piedra, sino de ceniza, procedente de los restos acumulados durante muchos siglos de animales sacrificados allí.
Aparte de los principales santuarios situados entre poleis, no había formas de culto a Zeus que compartiese todo el mundo griego. La mayoría de los títulos enumerados más abajo, por ejemplo, podían encontrarse en ciertos templos griegos desde Asia Menor hasta Sicilia. Determinados rituales se celebraban de la misma forma también: sacrificar un animal blanco sobre un altar elevado.
Historia
Zeus, poéticamente llamado con el vocativo Zeu pater (‘Zeus padre’), es una continuación de *Di̯ēus, el dios protoindoeuropeo del cielo diurno, también llamado *Di̯eus ph2tēr (‘Padre Cielo’).El dios es conocido bajo este nombre en védico (comp. Dyaus/Dyaus Pita), latín (comp. Júpiter, de Iuppiter, derivado del vocativo pIE *dyeu-ph2tēr) derivado de la forma básica *dyeu- (‘brillar’), y en la mitología germana y nórdica (comp. *Tīwaz > AAA Ziu, nórdico antiguo Týr), junto con el latín deus, dīvus y Dis (una variante de dīves), del sustantivo relacionado *deiwos.9 Para los griegos y romanos, el dios del cielo era también el dios supremo, mientras que esta función era desempeñada por Odín entre las tribus germánicas, por lo que no identificaban a Zeus/Júpiter con Tyr ni con Odín, sino con Thor (Þórr). Zeus es la única deidad del panteón olímpico cuyo nombre tiene una etimología indoeuropea tan transparente.
Papel y epítetos
Zeus desempeñaba un papel dominante, presidiendo el panteón olímpico de la Grecia Antigua. Engendró a muchos los héroes (véase una lista más abajo) y aparecía en muchos cultos locales. Aunque el «recolector de nubes» homérico era el dios del cielo y el trueno como sus equivalentes de Oriente Próximo, era también el artificio cultural supremo. En algunos sentidos, era para los griegos la encarnación de sus creencias religiosas y la deidad arquetípica.
Además de los epítetos locales que simplemente designaban al dios haciendo algo arbitrario en algún lugar particular, los epítetos o títulos aplicados a Zeus enfatizaban diferentes aspectos de su amplísima autoridad:
-Olimpio enfatizaba el reinado de Zeus sobre los dioses y sobre el festival panhelénico en Olimpia.
-Un título relacionado era Panhelenio (‘de todos los helenos’), a quien estaba dedicado el famoso templo de Éaco en Egina.
-Como Xenios, Zeus era el patrón de la hospitalidad y los invitados, presto a vengar cualquier injusticia cometida contra un extraño (xenós).
-Como Horkios era el vigilante de los juramentos. A los mentirosos que eran descubiertos se les hacía dedicar una estatua a Zeus, con frecuencia en el santuario de Olimpia.
-Como Agoreo, Zeus vigilaba los negocios en el ágora y castigaba a los comerciantes deshonestos.
-Como Egidoco (Αἰγιδοὓχος) o Egíoco (Αἰγίοχος) era el portador de la égida, con la que infundía terror al impío y sus enemigos. Otros derivan este epíteto de αίξ (‘cabra’) y οχή, tomándolo como una alusión a la leyenda de Zeus mamando del pecho de Amaltea.
-Como Meiliquios (‘amable’, ‘melifluo’ o ‘meloso’) subsumió un arcaico daimon ctónico apaciguado en Atenas.
-Como Tallaios (‘solar’) fue adorado en Creta.
-Como Zeus Labrandos fue adorado en Caria. Su sede sagrada fue Labraunda y era representado sujetando un hacha de doble filo (labrys). Está relacionado con el dios hurrita del cielo y la tormenta, Teshub.
Zeus cretense
Con una excepción, los griegos reconocían unánimemente a Creta como lugar de nacimiento de Zeus. La cultura minoica contribuyó esencialmente a la antigua religión griega: «por un centenar de canales la vieja civilización se vació en la nueva», señaló Will Durant,17 y el Zeus cretense retuvo sus características juveniles minoicas. El hijo local de la Gran Madre, «una deidad pequeña e inferior que asumió los papeles de hijo y consorte»,18 cuyo nombre minoico los griegos helenizaron como Velcanos, fue en su momento asumido como epíteto por Zeus, como ocurrió en muchos otros lugares, y pasó a ser venerado en Creta como Zeus Velcanos, el «Zeus-niño», a menudo simplemente Kouros.
En Creta, Zeus fue adorado en una serie de cuevas en Cnosos, Ida y Palaicastro. En la época helenística se fundó un pequeño santuario dedicado a Zeus Velcanos en el yacimiento de Hagia Triada. Monedas aproximadamente contemporáneas de Festos muestran la forma bajo la que fue adorado: un joven sentado entre las ramas de un árbol, con un gallo sobre las rodillas.En otras monedas cretenses Velcanos es representado como un águila y junto a una diosa celebrando un matrimonio místico.20 Inscripciones en Gortina y Licto registran una fiesta Velcania, demostrando que Velchanios fue aún ampliamente venerado en la Creta helénica.
Las historias de Minos y Epiménides sugieren que estas cuevas fueron alguna vez usadas para la adivinación incubadora por reyes y sacerdotes.
El escritor heleno Evémero aparentemente propuso la teoría de que Zeus había sido en realidad un gran rey de Creta y que su gloria le habría lentamente transformado tras su muerte en una deidad. Las obras de Evémero no se han conservado, pero los escritores patrísticos cristianos asumieron la sugerencia con entusiasmo.
Zeus subterráneo
Aunque la etimología indica que Zeus era originalmente un dios del cielo, muchas ciudades griegas honraban a un Zeus local que vivía bajo tierra. Los atenienses y sicilianos adoraban a Zeus Meiliquios, mientras otras ciudades tenían a Zeus Ctonio (‘terroso’), Catactonio (‘bajo tierra’) y Plusio (‘dador de riquezas’). Estas deidades podían ser representadas como serpientes o con forma humana en el arte, o de ambas maneras juntas para mayor énfasis. También recibían ofrendas de víctimas animales negras en pozos hundidos, como se hacía con deidades ctónicas como Perséfone y Deméter, y también con los héroes en sus tumbas. Los dioses olímpicos, por el contrario, recibían normalmente sacrificios de víctimas blancas sobre altares elevados.
En algunos casos, las ciudades no estaban completamente seguras de si el daimon para quien realizaban el sacrificio era un héroe o un Zeus subterráneo. De ahí que el altar en Lebadea en Beocia pudiera corresponder al héroe Trofonio o a Zeus Trofonio (‘el criador’), según se consulte a Pausanias o a Estrabón. El héroe Anfiarao era adorado como Zeus Anfiarao en Oropo, a las afueras de Tebas, y los espartanos tenían incluso un altar a Zeus Agamenón.
Oráculos de Zeus
Aunque la mayoría de los oráculos solían estar dedicados a Apolo, los héroes o diversas diosas como Temis, algunos lugares oraculares fueron dedicados a Zeus.
El oráculo de Dódona
El culto a Zeus en el Oráculo de Dódona en Epiro, donde hay evidencias de actividad religiosa a partir del II milenio a. C., tenía su centro en un roble sagrado. Cuando la Odisea fue compuesta (sobre el 750 a. C.), las profecías eran realizadas por sacerdotes descalzos llamados Selloi, que yacían en el suelo y observaban el susurro de las hojas y las ramas.30 En la época en la que Heródoto escribió sobre Dódona, las sacerdotisas llamadas peleiades (‘palomas’) habían reemplazado a estos sacerdotes.
En Dódona la consorte de Zeus no era Hera sino la diosa Dione, cuyo nombre es la forma femenina de «Zeus». Su posición como titánide sugiere según algunos que puede haber sido una deidad prehelénica más poderosa, y quizás la ocupante original del oráculo.
El oráculo de Siwa
El oráculo de Amón en el oasis de Siwa en el desierto occidental de Egipto no quedaba dentro de los límites del mundo griego antes de Alejandro Magno, pero aun así tenía gran influencia en los griegos durante la era arcaica: Heródoto menciona consultas a Zeus Amón en su relato de las Guerras Médicas. Zeus Amón era especialmente honrado en Esparta, donde existía un templo dedicado a él en la época de la Guerra del Peloponeso.31
Después de que Alejandro hiciese una incursión en el desierto para consultar el oráculo de Siwa, surgió el personaje de la sibila libia.
Zeus y los dioses extranjeros
Zeus fue identificado con el dios romano Júpiter y estaba asociado en la imaginación sincrética clásica con algunos otros dioses, tales como el egipcio Amón y el etrusco Tinia. Junto con Dioniso, Zeus absorbió el papel del dios jefe frigio Sabacio en la deidad sincrética conocida en Roma como Sabazius.
Algunos mitólogos comparativos modernos lo alinean con el hindú Indra.
Zeus en la mitología
-Nacimiento
Crono fue padre de varios hijos con Rea: Hestia, Deméter, Hera, Hades y Poseidón, pero se los tragó tan pronto como nacieron, ya que Gea y Urano le habían revelado que estaba destinado a ser derrocado por su propio hijo, tal como él había destronado a su padre. Pero cuando Zeus estaba a punto de nacer, Rea pidió consejo a Gea para urdir un plan que le salvara, y así Crono tuviera el justo castigo a sus actos contra Urano y contra sus propios hijos. Rea se escondió en la isla de Creta, donde dio a luz a Zeus. Luego engañó a Crono, dándole una piedra envuelta en pañales que éste tragó en seguida sin desconfiar.
-Infancia
Rea escondió a Zeus en una cueva del monte Ida en Creta. Según diversas versiones de esta historia, Zeus fue criado:
Por Gea.
Por una cabra llamada Amaltea, mientras una compañía de Curetes o Coribantes (soldados o dioses menores) bailaba, gritaba y daba palmadas para hacer ruido y que Crono no oyese los llantos del niño.
Por una ninfa llamada Adamantea. Puesto que Crono gobernaba la tierra, los cielos y el mar, ella le escondió colgándole con una cuerda de un árbol, de forma que quedaba suspendido entre la tierra, el mar y el cielo, siendo pues invisible a su padre.
Por una ninfa llamada Cinosura. En agradecimiento, Zeus la subió entre las estrellas tras su muerte.
Por Melisa, quien lo alimentó con leche de cabra y miel.
Por una familia de pastores bajo la promesa de que sus ovejas estarían a salvo de los lobos.
Zeus se convierte en rey de los dioses
Cabeza laureada de Zeus en un tetradracma griego, Lámpsaco, c. 360–340 a. C.
Tras hacerse adulto, Zeus obligó a Crono a regurgitar primero la piedra (que se le dejó a Pitón bajo las cañadas del Parnaso como señal a los hombres mortales, el Ónfalos) y después a sus hermanos en orden inverso al que los había tragado. En algunas versiones, Metis le dio a Crono un emético para obligarle a vomitar los bebés, y en otras Zeus abrió el estómago de Crono. Entonces Zeus liberó a los hermanos de Crono, los Hecatónquiros y los Cíclopes, de su mazmorra en el Tártaro y mató a su guardiana, Campe. Como muestra de agradecimiento, los Cíclopes le dieron el trueno, el rayo o el relámpago, que habían sido previamente escondidos por Gea. En una guerra llamada la Titanomaquia, Zeus y sus hermanos y hermanas junto con los Hecatónquiros y Cíclopes, derrocaron a Crono y a los otros Titanes, que fueron encerrados en el Tártaro, un lugar húmedo, lúgubre, frío y neblinoso en lo más profundo de la Tierra y allí quedaron custodiados por los Hecatónquiros. Atlas, uno de los titanes que luchó contra Zeus, fue castigado a sostener la bóveda celeste.
Tras la batalla con los Titanes, Zeus se repartió el mundo con sus hermanos mayores, Poseidón y Hades, echándoselo a suertes: Zeus consiguió el cielo y el aire, Poseidón las aguas y Hades el mundo de los muertos (el inframundo). La antigua tierra, Gea, no podía ser reclamada y quedó bajo el dominio de los tres según sus capacidades, lo que explica por qué Poseidón era el dios de los terremotos y Hades reclamaba a los humanos que morían.
Gea estaba resentida por cómo Zeus había tratado a los Titanes, porque eran sus hijos. Poco después de subir al trono como rey de los dioses, Zeus tuvo que luchar con otros hijos de Gea, los monstruos Tifón y Equidna. Zeus derrotó a Tifón atrapándole bajo una montaña, pero dejó a Equidna y a sus hijos con vida como desafío para futuros héroes.
Zeus y Hera
Artículo principal: Hera
Zeus era hermano y marido de Hera, con quien tuvo a Ares, Hebe y Hefesto, aunque algunas fuentes dicen que Hera tuvo a estos hijos sola. Algunos autores incluyen a Ilitía y Eris como hijas suyas. Zeus es famoso por sus conquistas de muchas mujeres mortales —entre las que destacan Sémele, Alcmena, Ío, Europa y Leda— y ninfas, de las que nacieron los fundadores de muchas dinastías helénicas. La mitografía olímpica recoge incluso uniones con las diosas Leto, Deméter, Dione y Maya.
Muchos mitos muestran a una Hera muy celosa de estas conquistas amorosas, y enemiga sistemática de todas las amantes de Zeus y de los hijos que tenían con él. Durante un tiempo, una ninfa llamada Eco tuvo el trabajo de distraer a Hera de estas aventuras hablándole incesantemente. Cuando Hera descubrió el engaño, maldijo a Eco a pronunciar sólo las palabras de los demás.
Hera también se representa despreciando profundamente a Ganimedes, un muchacho troyano a quien Zeus llevó al Olimpo para ser copero de los dioses, además de erómeno suyo.
Raptos
Los llamados «raptos» (en realidad violaciones) de Zeus no eran aventuras amorosas sino sucesos míticos que se sucedían en los cultos locales a ninfas del agua o los bosques, que eran suplantadas por el orden patrilineal olímpico imperante, provocando una revolución cultural, social y religiosa, o al menos una reforma radical de las creencias antiguas y una lectura reinterpretada de la prácticas religiosas establecidas.
Resulta notable que ninguno de estos raptos involucrase a las diosas olímpicas. Zeus solía engendrar con la ninfa el progenitor epónimo de una estirpe de reyes que sobreviviría hasta épocas heroicas o históricas arcaicas. En muchos casos Hera, la «celosa» diosa que representaba las tradiciones religiosas conservadoras, se vengaba atrozmente de la desleal «desertora», quien sucumbía al nuevo orden (véase Ío, etcétera). Cuando la raptada era humana, su madre era siempre una ninfa o semidiosa.
Consortes y descendencia
Deidades:
-Aix
Egipán32
-Deméter
Perséfone
Zagreo
-Dione o Talasa
Afrodita
- Eris
Limos
- Gea
Manes
Orión†
-Hera
Ares
Hebe
Hefesto
Ilitía
-Leto
Apolo
Artemisa
- Maya
Hermes
-Metis
Atenea
- Mnemósine
Musas (las tres originales):
Aedea, Meletea y Mnemea
Musas (las nueve definitivas):
Calíope, Clío, Erato, Euterpe, Melpómene, Polimnia, Talía, Terpsícore y Urania
-Perséfone
Zagreo
Yaco
-Selene
Ersa
León de Nemea
Pandia
-Temis
Horas (primera generación):
Auxo, Carpo y Talo
Horas (segunda generación):
Dice (Astrea para los romanos), Eirene y Eunomia
Horas (tercera generación):
Eporia, Ferusa y Ortosia
-Moiras:††
Átropos, Cloto y Láquesis
Mortales, ninfas u otras:
-Alcmena
Heracles
-Antiope
Anfión
Zeto
-Calisto
Arcas
-Carme
Britomartis
-Dánae
Perseo
-Egina
Éaco
-Elara
Ticio
-Electra
Dárdano
Harmonía
Iasión
-Europa
Minos
Radamantis
Sarpedón
- Eurínome
Cárites:
Aglaya, Eufrósine y Talía
-Himalia
Cito
Cronio
Esparteo
-Ío
Ceróesa
Épafo
-Lamia
Sibila Libia
-Laodamía
Sarpedón
-Leda
Cástor
Helena de Troya
Polideuco (Pólux)
-Mera
Locro
-Níobe
Argos
Pelasgo
-Olimpia de Epiro
Alejandro Magno
-Otreis
Meliteo
-Pluto
Tántalo
-Pirra
Helén
-Sémele
Dioniso
-Táigete
Lacedemón
-Talía
Palicos
-Yodama
Tebe
Madre desconocida:
- Ate
-Litaí
- Tique
Amantes masculinos:
-Ganimedes
† Orión se describe como «nacido de la tierra» y fue gestado bajo ésta, que es dominio de Gea, si bien ella no tuvo implicación directa en su nacimiento o desarrollo. Otras versiones lo hacen hijo de Poseidón y Euríale.
†† Las diversas fuentes griegas afirman que eran hijas de Zeus y de la titánide Temis o de seres primordiales como Nix, Caos o Ananké[/list]
(((TOMADO DE SANT SEIYA UNIVERSE MITOLOGY )))
>>>UNA COPIA PARA LOS QUE COPIAN<<<
ATT: KRISTIAN G
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